Más estadounidenses viven de sueldo en sueldo aunque ganen bien

La proporción de estadounidenses que dicen que viven de sueldo en sueldo aumentó el año pasado, y la mayoría de los que recién llegan a esta categoría pertenecían a la porción salarial más alta del país, según un nuevo estudio.

Alexandre Tanzi

La proporción de estadounidenses que dicen que viven de sueldo en sueldo aumentó el año pasado, y la mayoría de los que recién llegan a esta categoría pertenecían a la porción salarial más alta del país, según un nuevo estudio.

Alrededor del 64% de los consumidores estadounidenses, equivalente a 166 millones de personas, vivían de salario en salario a fines de 2022, según una encuesta realizada por Pymnts.com y LendingClub Corp.

Eso representa un aumento de tres puntos porcentuales con respecto al año anterior, o 9,3 millones de estadounidenses. Y de ese grupo, unos ocho millones eran personas que ganaban más de US$100.000 al año. Más de la mitad de ese grupo de ingresos dijo que vivía de salario en salario en diciembre, nueve puntos porcentuales más que el año anterior.

Es probable que las cifras reflejen la creciente presión sobre los presupuestos de las familias después de que el costo de vida se disparó. Además, los salarios no mantuvieron el ritmo la mayor parte de las veces y los ahorros se redujeron debido a la pandemia.

“Perspectivas inciertas”

Este año podría ser de mayor presión ya que menos de la mitad de los encuestados indica que prevé que sus ingresos seguirán el ritmo de la inflación.

“Las perspectivas para el gasto de los consumidores son inciertas”, dice Lydia Boussour, economista sénior de EY Parthenon. “Los precios han subido, los ahorros personales están a la baja y una mayor dependencia del crédito apuntan a un gasto de consumo débil”, dijo.

“Estas dinámicas se verán exacerbadas por los efectos negativos sobre el patrimonio de los precios más bajos de las acciones y la disminución del valor de las viviendas”.

Otros indicadores también apuntan a cierto nivel de estrés financiero. La última encuesta de la Universidad de Michigan reveló que aunque la confianza del consumidor ha subido desde los mínimos de 2022, sigue muy por debajo de los niveles previos a la pandemia. Datos de crecimiento económico del cuarto trimestre publicados la semana pasada destacan una desaceleración en el gasto de los hogares.

Los ingresos disponibles ajustados a la inflación permanecen por debajo de sus niveles al comienzo de la pandemia en 2020, lo que indica que los consumidores no han tenido un aumento real en sus ingresos en tres años, según la Oficina de Análisis Económico.

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