Poseedor de un gran espíritu emprendedor y tenacidad a toda prueba, logró convertir una pequeña herencia en un conglomerado que marcó un antes y un después en la industria gráfica, el entretenimiento y los juegos de azar en el país
A los 90 años falleció Antonio Ángel Tabanelli, creador del Grupo Boldt y una de las figuras empresariales más destacadas del país. Poseedor de un gran espíritu emprendedor y tenacidad a toda prueba, logró convertir una pequeña herencia —una modesta carbonería y un pequeño taller gráfico— en un conglomerado que marcó un antes y un después en la industria gráfica, el entretenimiento y los juegos de azar en la Argentina.
Su vida es un ejemplo de lo que significa transformar desafíos en oportunidades: “Nuestro país nos llevó a desarrollar una resiliencia característica de todos los argentinos. Ese es el verdadero valor que nos impulsa a enfrentar los desafíos diarios y a continuar apostando por la industria nacional”, dijo al cumplir 90 años unos meses atrás.
Su visión estratégica para los negocios, llevó a Tabanelli a ubicarse en el 31° puesto del ranking de fortunas de la revista Forbes.
Pero para para el hombre de negocios, la empresa no era sólo un medio para crear valor económico. A lo largo de su vida sostuvo principios claros: la importancia de la resiliencia, la educación para las futuras generaciones y el valor de la innovación para adaptarse a cada era. Por ello, además de construir un imperio comercial, participó en espacios clave para el crecimiento económico e institucional del país, como la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Federación Argentina de la Industria Gráfica y la Asociación Argentina de Angus.
Más allá del mundo empresarial, tenía pasión por los deportes, en especial el rugby. Jugó en Hindú Club y estuvo vinculado a la Unión Argentina de Rugby. También se destaca su amor por la ganadería que se veía reflejado en su campo de Azul. Tabanelli cultivó un perfil sobrio y de bajo perfil, pero con una actitud de servicio que alcanzó tanto a su equipo como a comunidades vulnerables, donde promovió iniciativas junto al padre Nicolás Angelotti en La Matanza.
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Ángel Tabanelli, sinónimo de resiliencia
Nacido en 1935, Tabanelli enfrentó la adversidad desde niño. Tras la muerte de su madre, y con un padre que falleció cuando él era apenas un adolescente, fue criado por tías que lo acompañaron en su camino. Lejos de desanimarse, aquellas pruebas tempranas fortalecieron su determinación y forjaron al empresario que con los años alcanzaría un lugar destacado en el mapa económico argentino.
En los años 60 adquirió junto a un primo político el 50% de Boldt Impresores y la filial local de Lamson Paragon, la líder mundial en la fabricación de formularios. Con esta operación comenzó a darle forma a una compañía gráfica que, con el tiempo, ampliaría horizontes para convertirse en una de las principales marcas en impresión de billetes, cheques y productos de seguridad.
Su gran salto estratégico llegó en la década del 80, cuando decidió abrirse al universo de los juegos de azar, asociándose con Esselte Security Systems para el procesamiento de documentación para loterías, quinielas, carreras de caballos y otros juegos organizados por el Estado. De esta unión nació Boldt S.A., que con los años expandiría su presencia a través de casinos, tragamonedas y apuestas online, alcanzando una posición de liderazgo en Argentina y en otros países de la región.
Grupo Boldt volvió al mercado de capitales
El nuevo milenio, con los avances tecnológicos que trajo consigo, impulsó al tenaz empresario a incursionar en el mundo de las apuestas online. Desde la unidad de negocios Boldt Entretenimientos creó bplay, la compañía que está presente en seis provincias y recientemente se expandió en el Estado de Paraná en el sur de Brasil.
En el año 2020, Boldt se convirtió en una de las pocas empresas del país en ser reconocida por parte de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, debido a comenzar a cotizar sus acciones de manera ininterrumpida por 75 años.
En la actualidad, Boldt controla los casinos Trilenium, de Tigre, el Puerto Santa Fe, el de Melincué y el de la Costa y la mayor parte de las máquinas tragamonedas de la provincia de Buenos Aires -en Tandil, Miramar, el Hotel Hermitage de Mar del Plata-, sumado al negocio de apuestas online e inversiones en Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.
RM
