Por qué hay aerolíneas que se van y otras que se quedan

Por Mario Rodríguez Muñoz / Las razones por las que Emirantes, Qatar Airways y Air New Zealand dejaron sus rutas a Buenos Aires. Cuáles otras se quedan a pesar de la crisis.

Redacción Fortuna

"Ningún país decidió mantener sus aviones en tierra", dijo Peter Cerdá, vicepresidente de IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo). Es que Argentina es el único que no tiene vuelos internos por el aislamiento social obligatorio por la pandemia de coronavirus y los internacionales se limitan servicios de repatriación de ciudadanos a sus países de origen.

Es por eso que muchas aerolíneas anunciaron la suspensión de sus vuelos regulares hacia el país. La última fue Emirantes Airlines, que unía con un vuelo por día Buenos Aires con Dubai, con escala en San Pablo.

La línea kuwaití es la tercera que anuncia la suspensión de la ruta desde que comenzó la pandemia.

Si bien la decisión de Emirates tomó estado público hoy, la suspensión de los vuelos de la aerolínea fue anunciada hace más de un mes. Esto implica que los pocos empleados que tiene en Ezeiza deberán acogerse a un retiro voluntario, aunque sus oficinas podrían permanecer abiertas para vender pasajes desde San Pablo a otros destinos.

En un comunicado, la empresa señaló: "Buenos Aires es una de las muchas ciudades en donde las operaciones de Emirates permanecen suspendidas debido a las restricciones actuales de viaje o vuelo relacionadas con la pandemia covid-19. Emirates sigue comprometido con Argentina y esperamos reiniciar nuestras operaciones en Buenos Aires cuando sea comercial y operacionalmente factible hacerlo. Haremos un anuncio formal si hay algún avance en este sentido".

La primera fue Air New Zealand, que anunció el 18 de marzo la suspensión del vuelo a Ezeiza, con la idea de retomarla una vez que mejoraran las condiciones del mercado, que calculaba sucedería a fines de abril.

Pero cuando las autoridades argentinas dispusieron la cuarentena obligatoria y cerraron los cielos por la pandemia, la aerolínea neozelandesa decidió directamente abandonar la ruta para siempre. Lo mismo hizo con la que iba de Nueva York a Londres.

Luego siguió Qatar Airways que suspendió su ruta Doha-Buenos Aires, con escala en San Pablo.

Al igual que Qatar, ahora los vuelos desde Dubai a Buenos Aires fueron suspendidos hasta que el mercado se normalice. O sea, ambas compañías no abandonan la ruta definitivamente sino que la suspenden hasta que los vuelos desde San Pablo a Buenos Aires y viceversa sean rentables.

En estos dos casos, como sucede con Turkish Airlines y Ethiopian, los pasajeros argentinos no cubren el costo de los vuelos sino que usan estas aerolíneas como conexión para viajar a Brasil o Europa. Los vuelos se completan (y se hacen rentables) cuando se llenan en San Pablo o Río de Janeiro.

Por otro lado, se estima que, una vez pasada la pandemia, los pasajeros argentinos no viajarán al exterior por la crisis económica, lo que implicaría que la vuelta de estas aerolíneas o de los vuelos regulares de las que mantienen las rutas (KLM, Air France, Alitalia, Delta, American Airlines, Aerolíneas Argentinas, desde ya, entre otras) podría atrasarse más todavía.

En cuanto a los vuelos que llegan con pasajeros extranjeros, las especulaciones indican que también en el mundo habrá una retracción del turismo al principio de la nueva normalidad. Más para un país tan alejado como Argentina y ahora con graves problemas de inseguridad.

Se calcula que el negocio de los vuelos y el turismo podría tardar entre dos y tres años en normalizarse.

Según IATA, el sector turismo en la Argentina en 2019 dejó ingresos por u$s 12.000 millones de valor agregado, mientras que el gasto de los visitantes en el país sumó u$s 5.100 millones.

También hay que tener en cuenta que la crisis económica argentina es anterior a la pandemia. Por ejemplo, la empresa Norwegian se fue del país por una reestructuración global por sus malos resultados, a los que se sumaba en Argentina la venta de pasajes en pesos pero con costos en dólares.

Otra de las grandes fue Latam, que en junio decidió dejar las rutas domésticas a Buenos Aires, Iguazú, Bariloche, Salta, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, El Calafate, Ushuaia y Río Gallegos e informó que los vuelos a Estados Unidos, Brasil, Chile y Períu serían cubiertos por sus otras filiales regionales.

Ya es histórica la pelea entre La Cámpora, que siempre apostó a que Aerolíneas Argentinas tenga la exclusividad de los vuelos internos, y Latam que llegó al mercado local para competir.

Otra aerolínea que se pensaba que iba a retirarse del mercado argentino era Air Europa. Pero esto fue desestimado por la empresa, que piensa seguir operando cuando el gobierno lo permita. Por el momento, esta compañía sólo realiza un vuelo los domingos a Madrid para repatriar pasajeros o para quienes sean argentinos y tengan visas de trabajo o estudio en Europa.

Cabotaje.

Las aerolíneas que siguen firmes para los vuelos domésticos son Aerolíneas Argentinas, Flybondi y JetSmart. Los Andes ya viene con problemas financieros de antes de la pandemia y tuvo que entregar sus aviones para cubrir una deuda. Así que sólo le quedó una sola aeronave y no se sabe si va a seguir operando.

Gonzalo Pérez Corral, gerente general de JetSmart, afirmó que "el sector está mal" por el parate por la pandemia. "con costos fijos que pudimos cubrir; con ahorro en los costos variables, y la ayuda del Estado con el ATP".

Señaló que los ingresos son bajos, "alguna venta de pasajes", y con una gran incertidumbre ya que los vuelos iban a comenzar en septiembre (fueron prohibidos desde abril), pero esta fecha se cambió. "No nos confirmaron cuándo se podrá volar, no tenemos claridad en la fecha", indicó Pérez Corral.

Esta empresa tiene una filial en Chile que está operando, por lo que ya tienen experiencia en cómo son los protocolos de vuelo con pandemia de covid-19.

Desde Flybondi hicieron saber a fortuna.perfil.com que "no está dentro de los objetivos irse del país".

Destacaron varias veces su intención de "quedarse" y señalaron como una posibilidad de que el mercado comience a abrirse a partir de octubre, aunque indicaron que no tenían ninguna fecha segura.