Este producto marca un hito en la fusión entre gastronomía y agroindustria. Con una inversión de US$ 100.000 y producción propia en Salta, el nuevo gochugaru argentino busca abastecer el mercado local y proyectarse a la exportación.
Desde hace un par de años, la gastronomía coreana está viviendo un verdadero "boom" (boom Hallyu) en nuestro país. Tanto es así que Argentina se convirtió en el primer país del mundo en tener un día nacional -el 22 de noviembre- que conmemora el kimchi fuera de Corea del Sur.
En esta cocina, el gochugaru -ají rojo molido- es esencial. De hecho, es la base del kimchi, plato tradicional de la gastronomía coreana, y de preparaciones como el gochujang. Ante la constante necesidad de este ingrediente, el restaurante "Una Canción Coreana" decidió dar un paso inédito: convirtió una urgencia de ají molido coreano (gochugaru) en un negocio agroindustrial. Así fue como lanzó Picor, la primera marca nacional producida con semilla híbrida importada desde Corea y cultivada en un campo propio en Salta.
La iniciativa -nacida para asegurar calidad y abastecimiento- contó con una inversión inicial de US$ 100.000. Actualmente, ya completó su tercera cosecha y, está registrada para venta interna y exportación. Se proyecta que siga escalando de forma gradual para competir en la región.
Regreso de un éxito: La tendencia gastronómica que está conquistando a los jóvenes
Escalabilidad, competitividad y exportaciones
En Corea la producción de ají molido se estima en 20 mil toneladas que se comercializa por unos US$ 93.000.000. En Argentina el mercado de gochugaru supera los US$ 2.000.000. alcanzando en toda América del Sur unos US$ 10.000.000.
En este sentido, el plan de negocio de PICOR prioriza el abastecimiento nacional -restaurantes coreanos, supermercados étnicos y usos gastronómicos más amplios- y también evalúa su expansión a 25 hectáreas con capital adicional, cuidando la calidad agronómica (suelo, clima, aislamiento de polinización) y la capacidad técnica del equipo. En logística y costos, el desafío es competir con los ajíes molidos importados asiáticos, pero el valor diferencial (trazabilidad, perfil sensorial y regularidad) busca sostener precio y preferencia en Argentina y países limítrofes; a mediano plazo. Estados Unidos aparece como un destino natural para exportar lotes premium ya que es el mercado más grande en consumo de gastronomía coreana en el mundo. El mismo factura más de US$ 7 mil millones con una tasa de crecimiento anual de casi el 5%. Un producto que marca esta tendencia es el alza en las exportaciones de ramyon instantáneo (ramen instantáneo) coreano a Estados Unidos que fue de US$ 1200 millones en 2023 y se estima que alcance cerca de los US$ 2000 millones para 2032. Y el ají molido coreano es un ingrediente fundamental en este tipo de productos.
Próximamente PICOR podrá conseguirse en formatos de medio kilo y presentaciones de 250 gramos. Además, los consumidores podrán adquirirlo directamente en restaurantes y supermercados para utilizar en sus propias preparaciones.
Emprendedor argentino revoluciona el mercado estadounidense con sus empanadas artesanales
Qué hace diferente a PICOR
Detrás del color rojo intenso y el picor profundo del gochugaru hay trazabilidad desde la semilla -importada desde la compañía líder coreana Nongwoo Bio, que incluso capacitó al equipo en el campo salteño- y procesos de secado y molienda pensados para preservar el carácter organoléptico exigido por la cocina coreana (kimchi y salsas como gochujang).
“Para el consumidor y la cocina profesional, la diferencia se nota en sabor y color: no se trata solo de “pica o no pica”, sino de complejidad, aroma y una tonalidad que ‘come con los ojos’. Empezó como una necesidad por abastecer a los restaurantes coreanos pero hoy estamos listos para competir en el mercado y proyectar la posibilidad de exportar a la región”, explica Victor Ho, Director Comercial de PICOR y Socio Gerente de Una Canción Coreana.
Próximamente PICOR podrá conseguirse en formatos de medio kilo y presentaciones de 250 gramos que los consumidores podrán adquirir directamente en restaurantes y supermercados para utilizar en sus propias preparaciones.
De la cocina internacional a la mesa familiar: ¿Qué hay detrás del auge de los hongos comestibles?
Los números de PICOR
-
Superficie y rendimiento: 5 hectáreas que se estima producirán alrededor de 6 toneladas de ají para moler, y cuenta con la proyección de alcanzar las 25 hectáreas en el mediano plazo.
-
Costo: la semilla híbrida importada ronda los USD 5.000 por hectárea (el mayor componente de la estructura).
-
Calendario: la cosecha principal es en noviembre, este 2025 marcará la tercera cosecha.
-
Demanda: un restaurante coreano promedio consume 300–500 kg/año de gochugaru; Una Canción Coreana usa cerca de 500 kg/año. En Argentina hay aproximadamente 100 locales de comida asociados a Hansang (la Asociación de Gastronómicos Coreanos).
RM