Barrick Gold y Shandong Gold llevan adelante tres proyectos estratégicos que permitirán extender la vida útil de la mina. Inversiones, empleo y crecimiento. Galería de fotos
En plena Cordillera de los Andes, muy cerca del límite con Chile, a casi 5 mil metros de altura en el Departamento de Iglesia y a 350 Km. de la ciudad de San Juan, avanzan a paso firme las obras que realiza la minera Barrick Gold en sociedad con la china Shandong Gold. En un inhóspito terreno montañoso, en donde la presión atmosférica de oxígeno es la mitad de la que hay a nivel del mar, la firma canadiense desarrolla una inversión estratégica inédita en el país, con el objetivo de extender la vida útil de la mina hasta 2030, como mínimo.
Por un lado, está en proceso la construcción de la Fase 6 del Valle de Lixiviación, en un terreno de 45 hectáreas. La finalidad de esta megaobra es lograr que la compañía deposite 58,3 millones de toneladas de mineral de roca, lo cual permitirá recuperar aproximadamente 1.2 millones de onzas de oro y extraer así la denominada “solución rica”, que es una mezcla de oro y otros elementos.
Esta megaobra, que tiene un presupuesto de US$145.5 millones, creó aproximadamente 1100 empleos (directos e indirectos) y se prevé que esté lista para julio del 2020.
“Estamos trabajando en la Fase 6 desde agosto, y en abril comenzamos con la fabricación de los filtros de solución. Mi tarea es supervisar la obra, que es bastante compleja porque debemos mantener la verticalidad y requiere mucha tomografía para que sea perfecto, a nivel milimétrico”, explica a Fortuna Jesús Sirviente, estudiante de Ingeniería Electromecánica y coordinador del equipo de Servicios Industriales SRL, la pyme encargada de la fabricación de los filtros del nuevo valle.
Con la construcción del nuevo tendido eléctrico prevén que
significará un 20% menos de consumo y una reducción de la huella de
carbono.
En el valle de Lixiviación se produce la disolución química de las materias primas para formar soluciones que contengan metales. Este proceso de lixiviación de elementos deseado se realiza de forma selectiva, para poder separarlos del resto de materiales no deseados.
Para este proyecto la compañía canadiense se propuso que las licitaciones de la mayor parte de obras presupuestadas las realicen empresas sanjuaninas. También a nivel laboral tuvo impacto: el 75% del personal que trabaja en esta obra es de la provincia.
Las topadoras gigantes que trabajan en Veladero en pleno trabajo.
Otra obra estratégica es la construcción de un nuevo tendido eléctrico y la sustitución del sistema actual a base de combustible diésel para la generación de electricidad en todo el predio (campamento y plantas). Actualmente existen 25 generadores que consumen 200 litros por hora (30 mil por día aprox) de combustible, por lo que prevén que significará un 20% menos de consumo y una reducción de la huella de carbono.
“Buscamos alimentar Veladero y reemplazar la generación actual. Nuestra futura estación transformadora se va a emplazar en el espacio más cercano a Chile. Además de diversos transformadores, la empresa instaló torres de 220 que tienen una altura promedio de 45 metros de altura. Con esto nos ahorramos 1.100 camiones de combustible al año, 60 mil litros al día. Con el sistema eléctrico (en el tendido) va a venir una fibra óptica”, le explicó a Fortuna el ingeniero Jorge Mira, encargado del proyecto en Pascua-Lama.
Para concretar la construcción se contrataron inicialmente 438 personas y actualmente se encuentra en su pico con 730 personas aproximadamente. Se invirtieron un total de US$37,6 millones y se estima que en junio de 2020 comenzará a funcionar.
En el valle de Lixiviación se produce la disolución química de las materias primas para formar soluciones que contengan metales.
Por último, se inició la construcción de una pista de aviación. Con una inversión de US$ 6,6 millones, ubicada en la cercanía al río Zancarrón, próximo a la zona de Veladero. Según confirmaron en la empresa a Fortuna, el objetivo es que el personal jerárquico de la minera pueda permanecer más tiempo en la zona de trabajo, y que en caso de algún accidente, situación de emergencia o inclemencias climáticas que bloqueen el camino, el traslado sea más rápido. Actualmente para llegar a la zona hay que viajar en camioneta por siete horas y recorrer más de 150 kilómetros entre montañas. Para su construcción se contrató a 80 personas, se estima que la obra estará completa en abril del 2020 y tendrá más de 1.500 metros de extensión.