El CEO del hub de empresas que pasó a llamarse Grupo Mendizanal cuenta el descubrimiento de la marca Stanley y cómo la posicionó en el país. Además, por qué compró Edding y sus negocios con Philips y Unilever.
Grupo Mendizabal, recientemente constituido con este nombre, es una red de empresas especializadas en negocios internacionales formada por capitales 100% argentinos. La primera y principal unidad de negocios de la compañía es Parallel S.A., la cual está cumpliendo 50 años desde su nacimiento, y hoy quien está a cargo del negocio es Facundo Mendizabal, hijo de los fundadores. “La compañía empezó como una trader de productos metalúrgicos donde era un intermediario entre compañías que querían exportar o empresas que necesitaban producto y mi padre, Bernardo Martín, conseguía algún proveedor externo y esa empresa compraba el producto de afuera y se generaba un comercio”, explica el actual CEO.
Los años fueron cambiando el negocio, y hoy el Grupo Mendizabal gestiona marcas que todo argentino conoce: desde Stanley, pasando por Philips Avent, Chicco, Edding, y también Impulse y Dove, dos marcas que pertenecen a Unilever. Gracias a la expansión de sus negocios, en 2023 la firma facturó cerca de u$s 45 millones, frente a los u$s 26 millones de ventas registrados el año anterior.
En 2012, Facundo pasó a ser el único accionista de la compañía al comprarle todo el capital accionario a su padre. Ahí fue cuando comenzó el camino de diversificación de la compañía.
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El descubrimiento de Stanley
Está claro que uno de los mayores símbolos que representan al argentino es el mate y hay muchas marcas vinculadas a él, tanto por la yerba, como por los termos y los porongos. Sin embargo, en estos últimos años, fue la marca internacional Stanley la que se adueñó del mate argentino.
Facundo Mendizabal cuenta cómo descubrió la marca. “Stanley era una compañía mediana, con sede en Seattle, que tenía tres unidades de negocios. Una era lo que conocemos como Stanley y las otras unidades eran de contenedores de alimentos. Stanley era ya una marca de más de 100 años que había sido adquirida a otro dueño anterior y la posicionaban en Norteamérica como una marca relacionada con el camping y la vida al aire libre. Lo que me pasó fue que yo tomaba mate y no encontraba acá un buen termo, uno que me gustara. En la búsqueda me encuentro este termo en Estados Unidos. Me contacto con el manager de la marca que justo estaba buscando representación en Argentina. En ese momento Moreno había cerrado las importaciones y mi compañía, que dependía de las importaciones, se había quedado sin nada de mercadería. Estábamos para cerrar la verdad. Entonces, lo que le propuse fue hacer lo mismo que había hecho con Avent, pero con el termo Stanley, que era abrir canales nuevos de comercialización que no conocía”.
Así fue como Mendizabal convenció a la marca y empezaron un proceso de aprobación de producto que llevó casi tres años. “Vieron que era una compañía seria, con historia, de treinta y pico de años, que tenía un historial de haber trabajado y desarrollado Avent en Argentina. En ese momento facturábamos ocho millones de dólares al año. Éramos una estructura de más de treinta personas con depósito y oficinas”.
La empresa empezó vendiendo algunos productos. “Nos habíamos propuesto un objetivo de vender 20.000 termos en el año, y en ese momento solamente el famoso y tradicional de color verde. Durante varios años ese fue nuestro único modelo, pero fue parte de la estrategia de posicionar un producto que sea fácil de identificar. Logramos estar en los lugares correctos, con la comunicación correcta, el precio correcto, la atención correcta, la distribución correcta, y la estrategia de venta también correcta”, asegura.
Y Stanley se posicionó. De vender 20.000 unidades de cuatro productos diferentes pasaron a vender en 2023 más de 450.000 productos de más de 100 productos. Además, tienen locales propios en Unicenter, Nordelta, Paseo Alcorta, Los Arcos de Palermo y Rosario.
En este sentido, sucedió algo similar que con Avent. “Logramos que un producto sea vehículo de una corriente de sentimiento grupal, ya no individual. No es el consumidor el que elige comprar este termo, sino que es algo mucho más fuerte lo que te hace a vos querer comprarlo”. Para graficar esto, trae el ejemplo de David Beckham. “Le hicimos llegar un termo y él subió a sus redes sociales una frase que decía ´Ahora pertenezco a la banda´. Eso simplifica todo el trabajo que se viene haciendo”.
Coyuntura. Para una empresa dedicada a la importación, hacer negocios en el país no es sencillo. “La dificultad de importaciones viene de muchísimos años atrás, no es algo nuevo”, aclara Mendizabal. “Nosotros presentamos un plan de importaciones todos los años, que es lo que el gobierno te pedía y tiene que ver con tu capacidad histórica de importación y con tu inversión en capitalización de tu negocio. Sobre eso nos asignaban un cupo y sobre ese cupo trabajábamos”. En línea con eso, el ejecutivo considera que “el camino correcto es que exista más comercialización dentro del mercado, dentro de Argentina. El ajuste va a ser traumático, pero me parece que es inevitable”.
Como consecuencia, dice, “si bien se generan oportunidades en las crisis, en las devaluaciones y en pérdidas del nivel adquisitivo, perdemos todos. En nuestro caso perdemos el valor de reposición sobre el producto que estamos vendiendo y es imposible que eso no pase. Es imposible que no te afecte una crisis. La clave tiene que ver con estar sanos financieramente por eso, el gerente financiero de cualquier compañía hoy es sumamente importante”.
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Y concluye: “Yo creo que no hay momentos buenos o malos. Las oportunidades son muy micro siempre, dependen mucho más de vos que de la coyuntura. Es clave saber adaptarse a la coyuntura de cada lugar”.
En esta adaptación que remarca el actual CEO, para el Grupo ha sido clave la diversificación. Además del fuerte posicionamiento que ha logrado con Stanley y que en un principio también consiguió con Avent; Mendizabal adquirió la filial local de Edding, la empresa de marcadores. Si bien la compró por solo u$s 1 en marzo de 2023, ese mismo año invirtió u$s 3 millones para saldar deudas y recuperarla. “La empresa estaba dejando el país y, como conocen el negocio que hacemos con las marcas, empezamos una negociación”, explicó Facundo. “Toda la planta y los 30 empleados pasaron a formar parte del grupo. Es la primera vez que compro una compañía en funcionamiento”.
RM