Billeteras virtuales: cómo proteger tu dinero de estafas y fraudes online

A diferencia de lo que podría suponerse, la mayoría de estos ataques no se deben a fallas técnicas de las propias aplicaciones, sino al engaño puro y simple. 5 claves fundamentales para reconocer los fraudes más habituales.

Fabio Sánchez*

Ya no hay sorpresas: las billeteras virtuales llegaron para quedarse. Se usan para pagar en negocios, transferir dinero a un amigo o cobrar el sueldo. Incluso en muchos países sus usuarios ya superan a los de los bancos tradicionales. Pero al tiempo que ganan terreno en nuestra vida cotidiana, también van pasando a convertirse en blanco del ciberdelito. Esto se ha visto reflejado especialmente en los últimos tiempos en nuestro país, donde parecen haber proliferado sin control toda una serie de trucos y estafas que buscan quedarse con el dinero de los usuarios.

A diferencia de lo que podría suponerse, la mayoría de estos ataques no se deben a fallas técnicas de las propias aplicaciones, sino al engaño puro y simple. Los delincuentes se valen de distintas técnicas como el phishing, el quishing (estafas mediante códigos QR) o mensajes falsos en los que simulan representar una entidad bancaria o una billetera virtual. Lo que buscan es lo mismo para todos los casos: datos personales, claves o tokens para acceder a la cuenta y vaciarla.

Teniendo ese escenario complejo en mente, estas son las cinco claves fundamentales para reconocer los fraudes más habituales y cuidar tu dinero con medidas simples.

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Siempre hay que desconfiar de los mensajes urgentes. Ninguna billetera digital ni entidad bancaria solicita datos personales, contraseñas o códigos por WhatsApp, correo o SMS. Ni antes, ni ahora: nunca. Ante un mensaje que pide “verificar” la cuenta o “evitar un bloqueo”, lo más sensato siempre es ingresar manualmente a la aplicación oficial o contactar al soporte desde los canales verificados.

Lo segundo a tener en cuenta: cuidado con los códigos QR. Estos se volvieron un blanco frecuente de los ciberdelincuentes: aunque parezca mentira, pueden colocar stickers falsos sobre los códigos originales de bares o estacionamientos. Antes de escanear, conviene verificar que no haya un adhesivo encima y, de ser posible, confirmar con el comercio que el código sea auténtico.

También es fundamental activar la verificación en dos pasos. Esta función agrega una capa extra de seguridad: incluso si un atacante consigue nuestra contraseña, no puede ingresar si no tiene el código adicional que se envía por SMS o mail. La mayoría de las billeteras -Mercado Pago, MODO, Uala, Naranja X, entre otras- ofrecen esta opción en su menú de configuración.

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La cuarta recomendación es evitar las redes de Wi-Fi públicas. Conectarse a una de ellas ya de por sí conlleva algunos riesgos, pero usar una para hacer operaciones financieras puede exponer los datos y generarnos un dolor de cabeza importante. En esos casos, siempre es preferible usar datos o una conexión de Wi-Fi privada y, en lo posible, mantener el teléfono actualizado y protegido con PIN o biometría.

Por último, siempre es útil revisar la actividad de la cuenta. Esto implica consultar regularmente los movimientos y activar alertas por operaciones. Esto último es clave porque nos ayuda en tiempo real a detectar compras o transferencias que se estén haciendo con nuestra cuenta desde otro dispositivo. Si vemos algo raro, debemos contactar de inmediato al soporte oficial y bloquear la cuenta o la tarjeta virtual asociada.

En tiempos en que la billetera digital se volvió tan esencial como el documento o las llaves, la seguridad también tiene que transformarse en un hábito similar. Son esas precauciones mínimas en el día a día las que pueden marcar la diferencia entre operar con confianza o caer en una estafa que, aunque sea digital, siempre termina teniendo consecuencias muy reales.

*Director de ciberseguridad de OCP TECH