El nuevo yacimiento de YPF recrea al mapa argentino del gas

YPF anunció la explotación de un megayacimiento de gas que multiplicará las reservas de la empresa y del país. No sería necesario importarlo. Le pagarían como a Bolivia. Garantiza provisión por 30 años.

Redacción Fortuna

Por Rodolfo Barros

La explotación de un megayacimiento de gas en Neuquén que YPF anunció este martes puede volver a cambiar la matriz energética argentina, que pasó de la abundancia del fluido a la necesidad de importarlo en sólo una década. La noticia se conoció en el marco de cambios profundos en el sector petrolero local.

Por un lado, la mayor compañía del sector en el país venderá hasta 15% de su capital en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York para enfrentar nuevas inversiones, según anunció. Por otro, las familia Bulgheroni junto a sus socios chinos de Cnooc, acaba de comprarle a British Petroleum la totalidad en Pan American Energy, la segunda productora de crudo de la Argentina.

Además, Esso puso en venta sus estaciones de servicio y destilería en las que Petrobras estaría interesada. Al mapa se le suma el ingreso de Oil M&S, la empresa del empresario K, Cristóbal López, que está tomando parte de los surtidores de Petrobras y su destilería de San Lorenzo.

Los cambios tienen un denominador común. Guiños del ministro de Planificación, Julio De Vido, para desacartonar los precios que deprimieron la producción de energía en la última década.

PERFIL publicó este sábado que en los últimos dos meses, Roberto Baratta, coordinador del Ministerio de Planificación, pulió con Guillermo Cocco, secretario de Recursos Naturales de Neuquén, el acuerdo de precios que debutará el martes para garantizar la explotación del megayacimiento de YPF. Convinieron en que el valor del Gas Plus (así se llama el programa creado por De Vido para pagar a las productoras el gas nuevo más caro que el que sacan de viejos yacimientos), tendrá un costo similar al que se le paga a Bolivia. Hasta ahora se le pagaba el doble que a un productor local.

El aumento no será pagado por los usuarios residenciales del área metropolitana de Buenos Aires que seguirán con consumos subsidiados. Serán las industrias las que paguen la diferencia para asegurarse el abastecimiento para su producción.

“Con ese precio, podríamos triplicar las reservas de gas que tenemos en la Cuenca Neuquina”, coincidieron fuentes de varias petroleras.

La Secretaría de Energía contabiliza 12 TCF (trillones de pies cúbicos) como depósitos existentes de gas. YPF dirá que el año que viene sumará un poco más de un tercio a esas reservas pero que con el tiempo, puede triplicarlas y así correr el horizonte de ocho años de existencias a más de 30.

La Argentina no necesitará entonces comprar gas a Bolivia y el licuado que llega en barcos triangulados por Venezuela.

Pero se trata de un gas no convencional, por la profundidad a la que se encuentra. Técnicamente se lo denomina shale. El gas del megayacimiento necesita de fuertes inversiones para ser explotado. Fuentes del sector confirmaron a PERFIL que YPF comenzará en enero a extraer el “shale gas”. Tendrá 28 pozos. Cada una de las instalaciones para la exploración tiene un costo de US$ 10 millones. Su precio baja a US$ 2,5 millones para la explotación.

La empresa financia la operación con dinero propio, se afirma en el mercado. Le permitirá duplicar en un año su inventario de gas.

* De la redacción de Diario Perfil

7/12/2010

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