El Gobierno intenta cobrarle deudas a todas aquellas compañías que alguna vez hayan presentado una impuganción a un pago pretendido por el organismo. La Aduana tiene serios problemas para cumplir con la medida.
Desde el pasado lunes la Aduana endureció los controles y dispuso que todas aquellas empresas que en algún momento hayan presentado un recurso de impugnación a un pago reclamado por ese organismo deberán pasar todas sus operaciones de importación y exportación por el llamado “canal rojo”.
Detrás de esa operatoria se encuentra un plan del Gobierno por el que pretende cobrarle a mil empresas deudas impagas por U$S 1.000 millones. La medida no fue nunca notificada a las empresas, que se encontraron sumergidas en los últimos días en un sinfín de trámites para ingresar o sacar remesas del país.
La disposición obligó a cargar y descargar camiones para ser revisados íntegramente y multiplicó por 10 el tiempo de cada trámite. Este miércoles, la Aduana enfrentó serios problemas para cumplir con la orden. “Es que ninguna Aduana está preparada para revisar el 100% de los despachos”, aseguró Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores.
Tanto esa Cámara como la de Importadores presentaron sus quejas ante la titular de la Aduana, María Silvina Tirabassi, y le reclamaron una reunión urgente del Consejo Consultivo Aduanero, que reúne a los despachantes aduaneros, funcionarios y las cámaras del sector.
19/3/2010
La Aduana endurece los controles para que 1.000 empresas paguen U$S 1.000 millones
