Duro informe sobre la actualidad de la economía

Según Ecolatina, los salarios sufrieron "una de las peores caídas desde 2002". Desplome en todos los sectores y falta de expectativas laborales. Jubilados y planes sociales, los más afectados.

Redacción Fortuna

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Las medidas que el gobierno llevó a cabo para estabilizar el frente cambiario tuvieron el previsible impacto negativo sobre la actividad, al menos esto sostiene la consultora Ecolatina, donde afirman que "han enfriado el consumo, motor de la expansión económica de los últimos siete años" y que "el gasto de las familias comenzó el año alicaído, y los primeros indicadores del segundo trimestre confirman que la tendencia negativa se está reforzando".

Según el informe difundido por Ecolatina, los salarios reales cayeron 6,5% en el primer trimestre del año a causa del combo "precios nuevos y sueldos desactualizados". La caída es una de las mayores caídas del poder adquisitivo desde la crisis de 2002.

La consultora informa que "el consumo masivo se vio claramente afectado a causa de la contracción de la capacidad de compra". Al respecto, explican que, si bien las ventas reales de supermercados y shoppings comenzaron el año "con cierta inercia gracias a la expansión mostrada a finales de 2013", las contracciones de marzo (-1,8% y -5,5%  respectivamente) tiraron para atrás las subas.

"La menor oferta de financiamiento (reducción de las cuotas sin interés) y la suba de tasas, también contribuyeron a desalentar el gasto de las familias", indica el informe de Ecolatina, a la vez que agrega que "el crédito trepó sólo 5,5% en los primeros tres meses del año, muy por debajo de la inflación, arrojando una significativa caída real de 6,7%".

Sobre este último punto, la consultora detalla un punto más preocupante: la contracción nominal de los créditos destinados a familias, hecho que no se observaba desde mediados de 2009, año en que la economía se contrajo 4%.

Bajo este panorama, la compra de bienes cuyos precios están atados en buena medida a la evolución del dólar, fue la más perjudicada. "La caída del salario en dólares por la devaluación fue aguda (-15,3% en los primeros tres meses del año), afectando particularmente el consumo de electrodomésticos y automóviles", señala Ecolatina.

En este punto, la consultora señala que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa registró una caída notoria en las ventas de electrodomésticos, que cerraron el primer trimestre con una merma del 7,3% y continuó en abril, con una caída del 15%. Asimismo, tras un 2013 récord, el patentamiento de automóviles a estrenar nuevos se desmoronó 13,4% en los primeros tres meses del año y se acentuó en el arranque del segundo trimestre: -35,5% en abril.

"La compra de vehículos nuevos se derrumbó no solamente por el menor salario en dólares", señala Ecolatina, "sino también a causa del impuesto sobre la venta de automóviles de lujo, que terminó por afectar vehículos de gama media debido al incremento de los precios tras la devaluación".

La pesadilla de la casa propia. Según el informe, las operaciones inmobiliarias también sufrieron la pérdida de poder adquisitivo en dólares de los hogares y el encarecimiento del crédito. De acuerdo a CAME, la compraventa de inmuebles siguió cayendo, acumulando una contracción de 17,9% entre enero y marzo, seguida de un desplome de 28,3% en abril. La dificultad para el acceso a la vivienda también alcanza al segmento de los alquileres, que muestran incrementos del orden del 27%.

"La incertidumbre sobre el rumbo de la economía se plasmó en el desplome de las expectativas", afirma el informe de Ecolatina que agrega que "entre noviembre de 2013 y febrero de este año, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de la UTDT cayó sistemáticamente, acumulando una contracción de 35,5% y alcanzando niveles por debajo de la recesión de 2009".

Por otro lado, la consultora afirma que "las expansiones mensuales de marzo y abril (+8,2% y 1,3%, respectivamente) podrían indicar que las expectativas habrían tocado un piso y estarían comenzando a estabilizarse a la par de la paz cambiaria lograda por el gobierno".

Problemas laborales. "La caída de la confianza no sólo refleja los desequilibrios cambiarios, sino también la debilidad del mercado laboral", indican en el informe los consultores de Ecolatina, quienes agregan que "a la preocupación de que los salarios crezcan por debajo de la inflación se le ha sumado el temor al recorte de turnos u horas extras y la eventual pérdida del empleo". El temor ya se ha hecho presente: "el enfriamiento de la actividad ha llevado a que algunas fábricas no sólo dejen de crear empleos sino que apliquen suspensiones e incluso destruyan puestos laborales mediante la no renovación de los empleados contratados", sostienen desde Ecolatina.

"Preocupa la Expectativa Neta de Empleo desestacionalizada que elabora Manpower, que muestra un descenso de la proporción de empresas dispuestas a aumentar su personal", señala Ecolatina, para luego agregar el Índice de Obreros Ocupados en la industria manufacturera que elabora el INDEC, donde el nivel de ocupación cayó 1,2% i.a. en el primer trimestre del año. "No se veía una evolución negativa desde la recesión de 2009, también el Índice de Horas Trabajadas se estancó (-0,3% i.a.)".

Los ancianos y los niños primero. Los pilares discursivos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en cuanto a jubilaciones y asignaciones sociales chocan de frente con la realidad de los números de los últimos meses.  "El sesgo de la política fiscal no es contracíclico", sostienen en Ecolatina. "El incremento del haber jubilatorio de marzo quedó muy rezagado frente al salto inflacionario y, en la actualidad, el haber mínimo (que perciben 4 millones de jubilados y pensionados) acumula una retracción en términos reales de 9,6% ", afirman los consultores.

El problema de la Asignación Universal por Hijo pareciera ser aún más grave, dado que cuenta con el mismo valor nominal que hace un año y hoy alcanza para cubrir sólo el 32% de la Canasta Básica Alimentaria y 16% de la Canasta Básica Total. En diciembre pasado, alcanzaba para cubrir el 38% y 19%, respectivamente.

En perspectiva, el panorama no pareciera que fuera a mejorar. "Por las acciones llevadas a cabo para moderar el crecimiento de los subsidios, a las fuertes subas de tarifas residenciales de gas, agua y boletos de colectivos y trenes, seguramente le seguirá una corrección en el segmento de electricidad en la segunda mitad del año", señala el informe.

De todas formas, la caída del consumo podría moderarse a partir del tercer trimestre gracias a los aguinaldos y a los incrementos salariales que entrarán en vigencia recién a mediados de año, factor que no obstante se verá contrapesado por los aumentos en tarifas. Es esperable, además, que se anuncien aumentos en los planes sociales, que podrían recuperar parte del poder de compra perdido.