Misión buitre para conseguir dólares y parar la estanflación

Detrás de la urgencia de cerrar con los holdouts en Nueva York está la necesidad de generar divisas para reactivar la inversión y el consumo. La inflación sigue alta.

Redacción Fortuna

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(*) por Patricia Valli

La falta de acuerdo entre la Argentina, fondos buitre y holdouts demora la entrada de dólares a la que el Gobierno apuntaba en el segundo semestre para darle aire a una economía que cierra la primera mitad del año con caídas en la producción y en el consumo, además de un cuadro de alta inflación y salarios por debajo de la suba de precios.

Según las estimaciones de los economistas, el año cerrará con un PBI estancado o en caída, desde 1 hasta -1,5%. El último pronóstico oficial rondaba el 1,5% de crecimiento, una cifra baja en comparación con años anteriores, en parte atada también al cambio de base de las estadísticas de PBI. A este escenario se suman las necesidades de dólares para los próximos 18 meses que se estiman entre el US$ 13 mil y 17 mil millones para llegar a 2015 sin turbulencias financieras y cambiarias, según estima Economía y Regiones. Para descomprimir la necesidad de dólares, con las reservas en 29 mil millones, el Gobierno confiaba en que empezaran a materializarse inversiones y créditos a partir del acuerdo, primero con Repsol y luego con el Club de París.

La inversión extranjera directa, según los datos de Cepal, fue de US$ 9.082 millones en 2013, lo que representa el 1,8% del PBI. Esa cifra estuvo por debajo del promedio de 2003 a 2013, que representó 2,4% del producto.

“La incertidumbre frena las decisiones de inversión”, analizó el especialista en finanzas internacionales y profesor de la American University de Washington DC, Arturo Porzecanski, que consideró que el país había dado pasos para atraer a los inversores, que ahora se diluyen. “En Nueva York hay inversores que hasta tienen ganas de hacerle juicio a la Argentina por daños emocionales”, aseguró como reflejo de la mentalidad de Wall Street.

La falta de dólares mantiene las restricciones sobre las importaciones, que a su vez implican insumos para la producción. Así, a nivel interno, la inversión también “cayó 5% en el último mes y representa el 20% del PBI”, explicó el economista del estudio de Orlando Ferreres, Fausto Spotorno. El bajo nivel de desembolsos está atado a la caída del consumo y de la producción.

“Acordar con los holdouts nos abre la posibilidad de retornar a los mercados voluntarios de financiamiento y así recibir el flujo de ahorro en dólares provenientes del mundo. El riesgo país y el costo de financiamiento también podrían bajar, convirtiéndose en una buena plataforma para la recuperación de la IED, uno de los talones de Aquiles de la economía argentina durante los últimos años”, estimó Alejandro Caldarelli en el último informe de Economía y Regiones. Los bancos de inversión calculan que el país podría emitir tras cerrar con los buitres hasta US$ 10 mil millones por año (ver aparte).

Escalera y ascensor. El frente interno, en tanto, se mantiene con precios altos. La inflación de junio ronda entre el 1 y el 2,5% según las estimaciones privadas, con una aceleración en algunos alimentos, aunque en líneas generales los economistas sostienen que la suba de precios “se estabilizó, aunque sigue siendo alta”.

Para Marina Dal Poggeto, del estudio de Miguel Bein, la inflación de junio está “más cerca del 1% que del 2%, con aumentos a un menor ritmo que en los primeros meses del año. “El tipo de cambio funciona como semiancla y la economía en varios sectores está virtualmente parada”, señaló la economista, que estima que este semestre cerrará con una caída del 1,5% mientras que para Ferreres rondará el 1%.

Según el Indec, la industria tuvo su décima caída consecutiva en mayo, con una baja del 4,9%, un descenso que estuvo arrastrado por la industria automotriz, que experimentó en el mes una contracción de 35,3% en la comparación interanual. Para reactivar ese sector, que explica el grueso de la caída de la producción, el Gobierno anunció el lunes pasado el plan Pro.Cre.Auto, con tasas de financiamiento del 17%, por debajo de la inflación.

Pero el problema del consumo, sostienen los economistas, son los salarios, que este año se actualizan por debajo del costo de vida. “El salario está en negativo. El gremio de Camioneros logró un aumento del 33%, pero el resto cerró entre 28 y 32%”, señaló Spotorno. La inflación anualizada ronda el 35%. A esto se suma que el crédito tiene tasas más caras que el año anterior.

Trabajo reconoce subas de hasta 36%

El Gobierno buscó evitar que, en medio de las idas y vueltas con los fondos buitre, se generaran problemas internos y por eso buscó desarticular el paro de 48 horas con el que había amenazado el gremio de camioneros. En la negociación de la paritaria, que finalmente cerró el jueves por el 33% en tres cuotas, el Ministerio de Trabajo se mostró como un facilitador y estuvo dispuesto a convalidar una suba de hasta el 36%, según indicaron fuentes cercanas a la negociación. La cifra, además de reconocer una inflación superior al 30% para el año, muestra que el Gobierno estaba dispuesto a ir más allá para ganar en paz social y evitar las convulsiones internas. Trabajo había advertido a principios de año que no iba a homologar acuerdos por arriba del 30%.

Camioneros comenzó la discusión con un pedido de 40% de aumento salarial mientras que la primera oferta empresarial fue del 26%. Alimentación se mantiene como el sector con el mejor acuerdo para el año y junto con el transporte y logística son sectores que pueden presionar sobre precios. La negociación se apuró, además, para cerrar con Hugo Moyano y no con Pablo, el hijo del dirigente de la CGT que estaba en Brasil por el Mundial de fútbol y se muestra  más duro a la hora de acercar posiciones.

29/06/2014

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.

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