Por la recesión, 500 puestos de trabajo por día están en peligro durante 2014

Los analistas estiman que el desempleo podría subir de uno a tres puntos en el año. Suspensiones, despidos, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, fórmulas de achique.

Redacción Fortuna

La caída de la actividad interna y la prolongación del conflicto legal con los fondos buitre puede generar un aumento en el desempleo que, según las estimaciones privadas, puede implicar un punto más de desempleo, lo que podría traducirse en unos 460 despidos diarios. Por eso el Gobierno está dispuesto a “poner en marcha” los Repro, los subsidios contra despidos y presentó planes para fomentar el empleo privado.

Además de los reparos contra el 7,1% que marca el Indec, los privados estiman que el desempleo podría rondar entre el 8 y el 9%, con una estimación de hasta el 10% en el caso de que perdure el default selectivo o “cesación de cobro”, como los denomina el Gobierno, que implicaría una inédita vuelta a dos dígitos de desempleo.

Según el economista Pablo Schiaffino, coordinador del Centro de Investigación de la Universidad de Palermo, el desempleo podría aumentar un punto. Su estimación actual es superior a la del Indec: 8,3%.

“El default agregaría un punto más a esa tasa porque habrá más restricciones sobre importaciones, en bienes de capital e insumos. Este valor implica una caída adicional en el PBI del 1,5% (que se suma al 2% sin default). Esto contribuye a aumentar la tasa en un 0,9% adicional”, señaló. Para Marina Dal Poggetto, del Estudio Bein, el 9% es muy alto, aunque considera que podría cerrar el año en torno al 8%.

En algunos sectores, los despidos ya se produjeron, como la construcción que acumula 20 mil desvinculaciones, aunque según el secretario de la Uocra, Gerardo Martínez, “ya se recuperaron tres mil”. En el sector automotriz, hay más de 12 mil casos en un mix de suspensiones, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y despidos.

El viernes, el Ministerio de Trabajo a cargo de Carlos Tomada difundió las últimas cifras de empleo, que mostró una caída del 0,3% en el segundo trimestre contra el primero de este año, donde también cayó un 0,3%.

Población activa.

Mientras se esperan los nuevos datos de desempleo, los economistas hacen una salvedad: el desempleo no cae en proporción porque disminuyó la cantidad de gente que forma parte de la población económicamente activa porque muchos “dejaron de buscar trabajo”.

Según un análisis del área de estudios laborales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, “si en los últimos 10 años al menos se hubiese mantenido constante la tasa de participación de la población en el mercado laboral, con el nivel de empleo actual, la tasa de desempleo se ubicaría en 9,8% de la PEA y ascendería a un rango de 13,1 a 16,2 % con la suma de los denominados “ni, ni”, los que no estudian ni trabajan. “Las proyecciones que estamos haciendo es que el desempleo no va a subir mucho, a raíz de que cuando cae el empleo asalariado privado formal –que es el que está disminuyendo– aumentan formas más precarias de empleo, como el cuentapropismo y el empleo asalariado no registrado.

Estas formas de inserción funcionan como un contrapeso a la pérdida de empleo formal. Por otra parte, también se está observando cierto crecimiento de la inactividad que se explica en buena parte porque muchas personas que pierden el empleo, fundamentalmente segundos generadores de ingresos de los hogares (mujeres e hijos mayores de 18), no salen a buscar activamente –por eso no cuenta como desempleado– sino que se queda en la inactividad laboral (como ama de casa, estudiando, o no haciendo nada)”, explicó el economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, Jorge Colina.

Así, el desempleo se “camufla” con otras variantes y tampoco se registra en los procedimientos de crisis del Ministerio de Trabajo.

En ese contexto, los “despidos” con todas las letras se suplantaron por otras formas: por un lado aumentó la modalidad de “retiros voluntarios” en lugar de despidos para evitar el paso por el sistema de crisis que debería gestionarse en Trabajo ante la desvinculación, donde es necesario demostrar dificultades económicas para avalar el despido.

Así en la “salida acordada” se cobra lo que correspondería por despido más un porcentaje que se negocia para terminar la relación laboral. En la actualidad, esa cifra ronda el 30% como media de mercado según explicó el abogado laboralista Eugenio Maurette, titular de Maurette & Asociados.

Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.