La expectativa de un arreglo estira la paz cambiaria

El veranito de controles, acuerdos sectoriales y reservas en alza se mantendría hasta que se negocie con los fondos buitre. Sin un arreglo, volvería la tensión en el dólar paralelo.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain

Las últimas cinco semanas en las que el dólar blue se desinfló consagraron a Alejandro Vanoli, presidente del Banco Central, como el artífice de un nuevo período de paz cambiaria que, según analistas consultados por PERFIL, puede alcanzar para llegar hasta a enero, un oasis en el que podría haber un arreglo por la deuda y la vuelta del financiamiento.

Desde el inicio de su gestión en octubre, la cotización del dólar informal descendió un 18%, desde $ 15,52 a $ 13,10 el viernes, y la brecha se redujo de 83% a 53%, con mínimos movimientos al alza del tipo de cambio oficial. La calma emergió con allanamientos en cuevas, negociación con cerealeras, activación de créditos para las reservas, operaciones sobre el contado con liqui y promesas de acuerdo con los fondos buitre. A diferencia de la calma cambiaria que había logrado el ex presidente de la autoridad monetaria, Juan Carlos Fábrega, entre febrero y junio, Vanoli no subió la tasa de interés y contó con las emisiones de bonos del Estado –atados a la evolución del dólar– para retirar el exceso de pesos de la plaza.

Pero también hay otro elemento que juega a favor, a dos meses de que finalice un año en el que alternaron corridas y momentos de tranquilidad para el dólar. “Están las expectativas de un acuerdo con los holdouts en enero y la perspectiva de que no se devaluará hasta fin de año”, subrayó Pedro Rabasa, director de Empiria Consultores.

Esa visión sirve para planchar el dólar en el corto plazo, pero también le pone fecha de vencimiento. Jorge Todesca, director de Finsoport, subrayó: “La tranquilidad va a durar lo que dure la expectativa sobre un acuerdo final con los holdouts”.

La posibilidad de que en el primer trimestre de 2015 se establezca un punto final al problema y se elimine así el escollo que impide al país financiarse a una tasa más baja y cercana a la que pagan otros países es lo que mantiene calmo el mercado cambiario y empuja a bonos y acciones en la Bolsa.

Por eso, para los analistas, el contexto hace que todo se vuelva más dependiente de un punto final sobre la deuda y de las señales que el Gobierno vaya dando al mercado. Lorenzo Sigaut, director de Ecolatina, destacó: “Un tipo de cambio anclado en $ 8,50 con una inflación mensual que ronda 2,5% es insostenible y el atraso cambiario hace que estemos a un nivel similar al de fin del año pasado en términos de competitividad”, y agregó que “sin acuerdo nos encontraremos en una situación de estrés cambiario”.

El fin de año, aun con la calma lograda por Vanoli, tendrá un desafío extra. La emisión de pesos para el consumo de fin de año es muy elevada. La consultora Empiria estimó cerca de $ 70 mil millones más de una base monetaria creció a un elevado ritmo, para el último bimestre, que podría reducirse dependiendo de nuevas emisiónes de deuda –que se sumarían al Bonad 16 y el Bonard 18 anunciado el viernes–.

Ante este escenario, “es difícil saber si el dólar blue está tocando un piso”, apuntó Sigaut, que recordó que el gasto sigue elevado, y hay más pesos que dólares en el mercado.

Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.