Scioli envía señales de ajuste para mostrar que hay ‘otro modelo’

A través de sus colaboradores, el candidato oficialista intenta anticipar que tomará medidas resistidas por el kirchnerismo: baja de retenciones, acuerdo buitre y recorte de subsidios. Crecer antes de 2017, el objetivo.

Redacción Fortuna

Por Jairo Straccia (*)

Si gana la elección, ¿cuál será la señal de que “empezó” el sciolismo económico? Para el círculo de economistas del gobernador, “ya empezó”. “Estamos lanzados; vean lo que estamos diciendo, inviertan y salgan a sembrar”, responden los técnicos que rodean a Daniel Scioli. Sin embargo, ante cada definición que genera polémica en el kirchnerismo duro, base del voto del hombre del Frente para la Victoria, Scioli sale a matizar. Como si fuera el “plan zigzag”.

Si Juan Manuel Urtubey asegura que “no haber acordado con los fondos buitre nos trajo problemas”, el ex motonauta suelta que “los buitres no son parte de la agenda”. Si Mario Blejer desliza que hay que volver al Fondo Monetario Internacional, y que hay que arreglar con los holdouts, otra vez Scioli revela que nunca volverá a “pedirle préstamos financieros” a ese organismo. En igual sentido habla el economista estrella del candidato, Miguel Bein, capaz de soltar que 2016 “no será el año de la suba de salarios”, como también el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, recoge el nuevo credo de que “hay que suspender transitoriamente las retenciones”. Con portación de apellido, José “Pepe” Scioli repite lo mismo que decía cuando era opositor desde las filas de Francisco de Narváez hace unos años, que hay que recortar subsidios, aunque ahora es acompañado por el renovado arco kirchnerista.

“Estamos en la segunda etapa”, graficaba un allegado al gobernador. “Primero se consolidó el voto kirchnerista; ahora estamos hablándole al centro, anticipando el rumbo”, explica. “Si ganamos, habrá medidas antes de asumir”, asegura a PERFIL uno de los colaboradores que últimamente más acompaña a Scioli.

Prohibido. El único tema “prohibido” para el coro de voceros económicos que transmiten lo que Scioli prefiere callar es qué se hará con el dólar. Lo máximo fue lo expuesto en el plan Animales sueltos, cuando posibles miembros del gabinete sciolistas se sentaron en América con el conductor Alejandro Fantino. Allí, Bein –obsesionado por no eclipsar a su candidato en exposiciones públicas conjuntas– aseguró que habrá “gradualismo” en el proceso de devaluación. Algunos hombres de negocios que dicen haber hablado con él, lo explican así:

◆ puede haber 10% o 15% de devaluación antes de las paritarias.

◆ subas de tarifas eléctricas en sectores puntuales.

◆ un acuerdo nacional de salarios y precios para enmarcar las paritarias.

◆ un nuevo ajuste en el tipo de cambio de la misma magnitud o algo mayor.

Todo con una prioridad paralela fundamental para sostener el escenario: mostrar “negociación” con los buitres, para “cambiar el clima”.

Un objetivo de mínima del eje Perelmiter-Bein es llegar al último trimestre de 2016 con la economía en crecimiento. “Te lo va a marcar la urgencia política de las elecciones de medio término a la vista”, dice un economista con experiencia en gestión.

Gol de Scioli. ¿En qué medida Scioli va a poder mostrar un logro propio en la gestión económica?

“La variable del empleo será clave, porque Cristina Kirchner la hizo su bandera”, grafica uno de sus asesores. Con costo político cero y todo ganancia, un poroto transitorio es el cambio en el Indec. “En energía va a tener poco margen para cuestionar la herencia sin generar tensiones con el kirchnerismo”, dice. En esa línea de medidas positivas que amortigüen el costo, figura ampliar el plan PROCREAR y generar un boom de créditos hipotecarios.

Los econosciolistas, además, apuestan a una “buena transición”. Si llegamos con reuniones con el ministro actual, confirmaremos que otro modelo ya empezó”, especifican con fe y esperanza.

El noticiero de Eurnekian

Daniel Scioli reveló al hablar ante empresarios en el hotel Alvear que Eduardo Eurnekian, cuando era dueño de América, le ofreció en su primera campaña a diputado como delfín de Carlos Menem ser parte del noticiero del canal. “Me estaban matando, y Eduardo me ofreció una columna todas las semanas para hablar de mi proyecto”, confió Scioli, risueño. Eurnekian se sumó a esa nostalgia: “Era interesante cómo un ex motonauta podía sumarse a la política y por eso lo convocamos”, recordó el ahora zar de los aeropuertos en la Argentina. “Anduvo bien, estuvo toda la temporada”, cerró Eurnekian, que de esta manera develó haber sido al menos un año el “empleador” de Scioli, quien quizá se convierta en unos meses en el presidente de la Nación. “Ustedes ya me conocen”, sedujo Scioli a los ejecutivos en su discurso, y Eurnekian puede dar fe desde aquellos años noventa.

Calibrando soja, Brasil y China

El equipo económico de Daniel Scioli, tras ser ungido en el programa Animales sueltos, trabajó coordinado por Miguel Bein, en compañía del contador al que nunca se verá con Alejandro Fantino, dado su perfil bajo: Rafael Perelmiter. Ambos calibran las primeras medidas económicas de una eventual gestión de Scioli, junto con Mario Blejer y Miguel Peirano. En sus agendas, sin embargo, hay tres variables centrales que pueden modificar las decisiones:

una es el precio de la soja; “no es lo mismo que se mantenga en US$ 320 como ahora, a que baje a US$ 280”, dice uno de los técnicos.

la otra cuestión es Brasil: “hoy el dólar allá está a 3,75 reales, un 15% de diferencia con los 4,20 de hace unos días; eso también cambia la ecuación”.

la otra es China; “si conseguimos un swap con los chinos por US$ 10 mil millones, podemos respirar en el comienzo”.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.