Multinacionales de cazatalentos llenan de gerentes el gobierno de Cambiemos

Al menos dos empresas globales de recursos humanos convocan argentinos con altos cargos en todo el mundo para sumarse a la gestión. Llegaron 1.200 currículums. El lucro cesante.

Redacción Fortuna

Por Jairo Straccia / Florencia Barreiro

El nombramiento como canciller de  Susana Malcorra, proveniente de Naciones Unidas, pero con prominente pasado en IBM y Telecom, de Mario Quintana (Fondo Pegasus y CEO de Farmacity) y Gustavo Lopetegui (CEO de LAN), a la coordinación económica de la jefatura de Gabinete, el paso de Shell al PRO que ya había protagonizado el hoy ministro de Energía, Juan José Aranguren, más la posible designación de Isela Costantini (CEO de General Motors) como jefa de Aerolíneas Argentinas, constituyen un desembarco de gerentes generales y ejecutivos de compañías privadas en el Estado como nunca se había dado hasta ahora en la historia argentina.

Con tres gobiernos por cubrir (Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires), Cambiemos hace de las empresas su semillero. Al menos dos compañías internacionales de los recursos humanos están convocando profesionales para la gestión que arranca el 10 de diciembre. Según confirmaron a PERFIL algunos consultados para sumarse al proyecto nacional y eficiente, una es Spencer Stuart, donde se desempeña el titular de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Juan Pablo Simón Padrós y su antecesor, Pablo Taussig, donde aseguran que recibieron “pedidos de referencia”.

La otra es Prolaurum, una firma cuyos socios, en cambio, activamente trabajan en la “convocatoria a ser miembro de equipos de gobierno”, para lo cual llaman a armar un “think tank intelectual” citando “la trayectoria de la Generación del 80”, dicen “cuando un grupo iluminado de hombres comunes acordaron políticas públicas para la Argentina”. Si bien cuando arrancaron la convocatoria, que ya recibió 1.200 currículums, no tenían vínculos partidarios, “ahora sí, estamos coordinando con las autoridades para transferir esta contribución para que sea integrada al proceso formal, que tanto el G-25 como el Ministerio de Modernización  tienen en marcha”, explicó a PERFIL Axel Cirone, encargado regional de Prolaurum.

Head hunters. Germán Vidal, mánager local del gigante global Korn Ferry, asegura que hasta ahora uno de los temas pendientes fue mejorar la calidad institucional del sector público. Cuenta con cierto orgullo que la consultora fue la responsable en 2004 de presentar como candidata a la futura canciller de Macri y ex directiva de IBM y Telecom, Susana Malcorra, para dirigir desde Roma el Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas. Tiempo después se convirtió en jefa de Gabinete de ese organismo, y ahora llega a Cancillería.

“La composición de este nuevo gabinete con personas que vienen de la función privada le otorga una renovada mirada profesional a la gestión. Una mirada que hasta ahora no había tenido”, sintetiza Bernardo Hidalgo, consultor en recursos humanos y titular junto a Verónica Piasco de la cátedra de Comportamiento Organizacional en la Universidad de San Andrés.

“El liderazgo ejecutivo es aquel que está para liderar a la acción mientras que el funcionario apunta a que las cosas funcionen”, señala Edgar Medinaceli, mánager de Russell Reynolds en Argentina. Los head hunters destacan que hay varias coincidencias entre los dos roles. En ambos hay objetivos que cumplir, hay equipos de trabajo para dirigir y dinero que administrar. Pero también hay retos bien diferentes, más allá del afán de lucro. “En la función pública se agrega la complejidad política del puesto, y están siempre expuestos al escrutinio de gente que no necesariamente está familiarizada con la tarea”, afirma Ricardo Backer, socio de la buscadora de talentos Backer Wurzel & Partners.

El salario base de un director de una empresa privada es, según la consultora Mercer, de alrededor de $ 1,5 millón por año, mientras que un ministro gana en mano cerca de la mitad. Y un CEO de una empresa grande o multinacional como puede ser LAN supera, según los expertos, los $ 3 millones anuales más bonos.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.