Supermercados piden volver a trabajar los domingos en Rosario

Para los empresarios se trata de una “ordenanza arbitraria”. Advierten sobre una posible "baja en la recaudación".

Redacción Fortuna

Las grandes cadenas de supermercados están en pie de guerra contra una ordenanza en Rosario que les impide abrir los domingos para defender el "descanso dominical" de los trabajadores.

Según una fuente del sector, la medida es "arbitraria y discriminatoria" y pone en riesgo numerosas fuentes de trabajo ya que el séptimo día de la semana es uno de los de mayor actividad. "Cuestionamos que es una medida desigual respecto del resto de los locales", señaló la fuente. "Sólo tenemos que cerrar Jumbo, Coto, Carrefour y Libertad, mientras que otros comercios, incluidos los shoppings, pueden trabajar", indicó.

De acuerdo con los supermercadistas, se afecta la libre competencia y se destruyen alrededor de mil empleos.

A la vez, señalan que la ordenanza, que entienden es "arbitraria", implicará una "reducción del 25% del salario real de los trabajadores que permanezcan en dichas empresas como consecuencia de la no liquidación de las horas domingo (pago doble y franco compensatorio) y las horas extra del resto de los días de la semana".

Para los supermercados, se trata de una "imposición" que restringe a los empleados la posibilidad, vigente hasta ahora, de elegir o no si trabajan los domingos, cuando, como se dijo, se computan horas extras. Al mismo tiempo, los supermercadistas aseguran que cerrar los domingos en Rosario provoca:

Una baja en la recaudación impositiva por la caída de la actividad formal;

Una caída del beneficio para estudiantes de trabajar los fines de semana para mantener sus estudios y cursar en la semana;

Y un resentimiento de la microeconomía de la ciudad, producto de la precarización del empleo a causa de esta resolución.

La medida, que podría expandirse a otras grandes ciudades del país, tiene en vilo a las grandes cadenas de supermercados. Por eso, fuentes del sector se plantean: "En la sociedades occidentales las personas son libres de hacer lo que desean en sus tiempos libres, deciden en qué invertir y disfrutar sus tiempos. Estas sociedades, a la vez disfrutan de la libre competencia, de comparar, de participar, de aprender, de equivocarse, en definitiva, de poder elegir". Piden que se revea y anule la disposición.

"Tiene muchísimo más valor equivocarse, reconocerlo y corregirlo que obstinarse en mantener una normativa que cercena derechos y traerá consecuencias económicas a la ciudad, porque nunca es tarde para corregir una equivocación", asegura un ejecutivo del rubro que considera crucial frenar el "efecto cascada" de esta norma.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.

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