La empresa controlada por la familia Navilli acumula deudas por más de USD 1.350 millones con 30 grandes bancos y otras entidades financieras.
El Banco Macro pidió la quiebra de la compañía alimenticia Molino Cañuelas. La razón, una deuda acumulada que tiene la firma con la entidad financiera de u$s 10 millones. Al parecer, la empresa controlada por la familia Navilli estaría atravesando desde hace meses una delicada situación financiera. De hecho, se habla que mantiene una deuda que supera los uSs 1.350 millones, con 30 grandes bancos y otras entidades financieras internacionales.
Más allá de las dificultades del mercado interno, la crisis económica se agravó a mediados del año pasado cuando tuvo que desistir de su intención de abrir su capital a la Bolsa. Desde la compañía esperaban obtener alrededor de u$s 333 millones. Una parte de esos ingresos serían destinados al pago de las deudas.
La falta de capital nuevo precipitó la situación actual. A principios de febrero, Molino Cañuelas se reunió con los bancos para tratar de lograr un refinanciamiento de los vencimientos, obtener más plazo de pago y bajar las tasas en dólares. Algunos bancos tenían la intensión de aliviar la presión para que la compañía pudiera recuperar algo de su rentabilidad.
"Todas las empresas atraviesan dificultades por la situación económica, pero creemos que detrás de la deuda de Molinos Cañuelas puede haber alguna maniobra financiera fraudulenta", le habría indicado a Infobae una fuente cercana a las negociaciones.
Entre los principales acreedores de Molinos Cañuelas se encuentran: Banco Galicia, con u$s 38,5 millones; Banco Nación, con u$s 55 millones; HSBC, con u$s 45 millones; Santander Río, con u$s 36 millones; Banco Provincia de Buenos Aires, con u$s 34 millones, y BBVA Banco Francés, con u$s 24,5 millones.
Molino Cañuelas es una empresa familiar con casi 90 años de historia. Con el tiempo, se convirtió en una de las compañías líderes en producción de harinas, con más de 80% de ese mercado. Hoy en día, cuenta con 21 plantas industriales distribuidas entre la Argentina, Brasil y Uruguay. Allí, se fabrican productos de marcas muy presentes en la vida cotidiana como las harinas Pureza, los bizcochos 9 de Oro, los aceites Cañuelas, las premezclas para bizcochuelos y rebozadores Mamá Cocina y las pastas secas San Agustín. Se estima que emplea a unas 3.000 personas. También, exporta a más de 60 países.