Más cantidad de jubilados impide nuevos aumentos

Redacción Fortuna

Por la moratoria de 2005, ingresaron al sistema previsional. Hay hay 2,3 millones de beneficiarios. ANSES podría entrar en déficit por primera vez en años. La otra cara de la inclusión social.

Por Matías Barbería *

A dos años de la eliminación del régimen previsional privado, el sistema jubilatorio muestra un aumento del universo de beneficiarios mucho mayor que el de aportantes, junto con subas periódicas de los haberes que apenas trotan detrás de la inflación y obligan a los jubilados a concentrarse en los consumos básicos.

Además, el avance de proyectos de la oposición para aumentar los haberes y coparticipar los fondos de la ANSES, ponen en jaque al sistema de seguridad social kirchnerista.

Desde la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia en 2003, los haberes jubilatorios y el universo de beneficiarios no dejó de crecer. Según datos de la ANSES, el haber mínimo escaló un 497% en la era K y el promedio, el 238%.

Pero además de las cifras, como resultado de la moratoria lanzada en 2005 que permitió acceder a beneficios previsionales a 2,3 millones que no habían realizado aportes, también creció el universo de beneficiarios, el 80% en sólo cinco años.

El último gran golpe de timón del sistema previsional, la nacionalización de las AFJP en 2008, concentró la administración de la seguridad social en manos del Estado, tanto ingresos como egresos, y le dejó en sus manos una relación entre recursos y gastos que se está tensando. Así, el año pasado, la Anses percibió algo más de $ 107 mil millones y debió desembolsar $ 103 mil millones entre gastos prestacionales y operativos. De 2005 a 2009, los ingresos crecieron 303,9% y los gastos 313,2%. Este año, ese superávit podría desaparecer.

Resultados. El esfuerzo de la Anses arroja resultados satisfactorios para quienes no accedían a beneficio previsional alguno, pero magros para la mayoría de los jubilados. La diferencia entre el avance del haber mínimo y el del haber promedio (ver infografía) es una muestra: el grueso del aumento en la era kirchnerista estuvo dirigido a los haberes más bajos, que duplicaron el ritmo de crecimiento del promedio del sistema.

Por eso, la recuperación inicial de las jubilaciones fue contrarrestada por el aumento de los precios al consumidor, volviéndola nula o negativa.

“Corregido por inflación mayorista, el haber mínimo arroja un aumento real del orden del 55%”, desde 2000, sostiene el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). “Pero el haber medio se incrementó 296% que, corregido por inflación, implica un deterioro del poder adquisitivo del haber del orden del 23%, y los haberes que en 2000 eran superiores a $ 1.000 aumentaron sólo 212% que, corregido por inflación, implica una pérdida de poder adquisitivo del 45%”, afirma Idesa.

Incluso los proveedores de servicios orientados a los pasivos notan la pérdida de ingresos de sus clientes. “Desde 2005 a esta parte aumenta cada vez más el uso de créditos para financiar la compra de alimentos; antes el 20% del financiamiento estaba dirigido a alimentación y hoy es más del 35%”, sostuvo Jorge Mercado, de la Federación de Mutuales de Capital y Buenos Aires (Femuca), que presta servicios financieros con código de descuento de la Anses.

Moratoria cuestionada. El futuro depara mayores dificultades para que la Anses pueda solventar sus prestaciones. “Se ve que el número de beneficiarios crece cada año, desaparecen los ingresos y sólo queda el gasto y la tendencia populista de subir más los ingresos de los más bajos que el promedio, harán que en unos años el problema sea peor”, comentó a PERFIL Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.

Para peor, las cargas que soporta la Anses llegan a destinos cuando menos cuestionables, según analistas. “Cualquiera puede acceder a una jubilación sin tener aportes, aun cuando ya tenga una pensión”, se lamentó Jorge Colina. “Esto provoca situaciones muy injustas de doble cobertura entre hogares de ingresos medios y altos, mientras que hogares de bajos ingresos tienen apenas un sólo beneficio”, agregó el economista de IDESA.

Con Matías Barbería, de la redacción de Diario Perfil

7/6/2010

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