Las cuentas de Aerolíneas: U$S 900 millones de déficit en 2009 y 2010

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Redacción Fortuna

Con dos años bajo control estatal, la empresa pierde más de U$S 1 millones por día. Mariano Recalde, su presidente, explica por qué deben recibir fondos públicos y potenciar las ventas. Por qué necesita facturar 55% más.

Por Jairo Straccia

A poco de cumplirse dos años de la estatización de Aerolíneas Argentinas, la gestión oficial muestra los mismos problemas de siempre: déficit y pérdidas. Si bien ha habido avances en el servicio y el Gobierno ensaya un plan de mejoras paulatinas para los próximos 5 años, la aerolínea de bandera sigue siendo foco de críticas por parte de dirigentes de la oposición, que afirman que se están desviando fondos de otros rubros, como las jubilaciones, para solventar una compañía onerosa y sin rumbo.

Los números de la empresa fundada en 1950 y privatizada en 1990 llevan en principio a la preocupación. El año pasado, el primero bajo administración pública tras 18 años de haber estado sucesivamente en manos de Iberia, el estado español y el Grupo Marsans, registró pérdidas por u$s 540 millones. Para este año, en tanto, se espera un resultado negativo de u$s 460 millones.

La gestión es “estructuralmente deficitaria”, reconocen en la firma. Durante el primer trimestre de 2010, el rojo operativo fue de u$s 103,3 millones, incluso por encima de los u$s 80,8 millones que se habían registrado en el mismo período del año pasado.

Se trata también de una diferencia negativa un 56% más alta que el primer trimestre de 2008. En la aerolínea, en tanto, contraponen que en abril y mayo últimos se registraron récords históricos de horas voladas por mes, que mejoró la puntualidad y que se ha incrementado la venta de pasajes.

En la empresa, donde hacen proyecciones optimistas de crecimiento de la demanda y recuperación de mercados, acaban de presentar un Plan Quinquenal y se relanzó la imagen de la aerolínea, achacan todos los problemas a la herencia recibida. Recuerdan que la gestión kirchnerista en Aerolíneas se hizo efectiva recién en marzo de 2009, cuando se desplazó a las líneas gerenciales del Grupo Marsans. Mariano Recalde, hijo del diputado nacional y conocido asesor de Hugo Moyano, Héctor Recalde, asumió en julio de 2009 la conducción de la compañía, en lugar del hasta entonces interventor Julio Alak, hoy ministro de Justicia.

Recalde, de 38 años y sin otra experiencia en compañías del ramo, resalta que “el Estado se encontró con una empresa destruida y abandonada, donde en 20 años hubo un proceso de desinversión tremendo”. Apalancado en una muy buena relación con los sindicatos (ver aparte), vela por hacer de Aerolíneas Argentinas una empresa económicamente viable después de 2012.

Claro que eso parecía depender de factores externos cuyas chances de darse son más bien inciertas. “Si todo se da como venimos previendo, si aumenta la demanda y nosotros ponemos a volar la cantidad de aviones que tenemos pensado poner a volar, se va a producir el salto”, cuenta a FORTUNA.

El proyecto oficial excede este período de gobierno: el plan es invertir u$s 1.733 millones hasta 2014 para modernizar la flota, renovar los simuladores y mejorar las áreas técnicas. Así, y para que la idea cierre, sus cuentas deberían crecer un 55%, para llegar así a transportar unos 10 millones de pasajeros dentro de cinco años. En este marco, se espera que desde julio empiecen a llegar los 20 aviones que la aerolínea de bandera adquirió por u$s 700 millones a EMBRAER, gracias a un crédito del Banco de Desarrollo brasileño (Bndes). De este modo, la flota contaría entonces con 73 aviones en funcionamiento.

La polémica, más allá de los resultados, atañe también al origen de los fondos que el Gobierno destina a la empresa. Desde el bloque opositor, se acusa al oficialismo de hacer un uso discrecional del dinero que maneja la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en favor, entre otros destinos, de la compañía aérea.. Desde la Asociación Argentina de Administración Presupuestaria (ASAP), en tanto, puntualizan que en el Presupuesto 2010 se aprobó una partida de $ 1.845 millones para hacer frente al déficit operativo de este año. Ya entrado el 2010, sin embargo, se reasignaron unos $ 418 millones para equiparar desequilibrios que se produjeron en el primer trimestre. Y más tarde, se giraron unos $ 1.200 millones más para la modernización de la firma.

Hasta ahora, parece, no hay dinero que alcance. Lo que ingresa sigue siendo menos que lo que se gasta. En este momento, se paga más en combustibles que en los salarios de los 9.500 empleados de la compañía. Entre ambos rubros, se completa el 40% de los costos. “Estamos convencidos de que la demanda crecerá y ahí entonces podremos aprovechar la gran estructura que tenemos de gasto fijo”, explica Recalde.

FORTUNA: ¿Por qué la empresa sigue generando déficit?

RECALDE: Cuando se habla del déficit de Aerolíneas no se dice que nosotros estamos poniendo plata. Entre lo que ingresa y lo que egresa hay una diferencia. Ellos lo llaman déficit. Pero estamos incluyendo mucho dinero que va a inversiones. Hemos puesto plata para incorporar aviones nuevos y para poner a funcionar los que estaban fuera de servicio. Tenemos 53 aviones volando ahora, la mayoría son alquilados. Por otro lado, nosotros estamos reestructurando la deuda que dejó Marsans. Una deuda de u$s 1.000 millones, una parte con organismos oficiales (AFIP, Arba y Fuerza Aérea) y otra gran parte con proveedores estratégicos, como por ejemplo con quien nos alquila los aviones. No le estaban pagando el alquiler. Eso impacta muchísimo en el déficit operativo. El mes pasado, por ejemplo, solo de intereses de la deuda pagamos u$s 8 millones. Esto además impacta en los contratos, porque quien contrata con Aerolíneas le carga el costo de ser mal pagador.

FORTUNA: ¿Pero existe una situación deficitaria estructural o el rojo es producto de las inversiones que menciona que se están haciendo?

RECALDE: Aun cuando no hiciéramos inversiones, la empresa no tiene equilibrio entre lo que vende de pasajes y lo que gasta con su estructura. Hay muchos factores. Una causa es que nosotros volamos a 20 ciudades del país a las que no vuela ningún empresario del país porque pierde plata, por ejemplo, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa. E incluso El Calafate, en temporada baja, donde sólo vuela Aerolíneas. Volamos a 33 ciudades y a 20 de ellas volamos sólo nosotros. La idea es seguir incrementando frecuencias, y todo eso requiere tener más aviones.

FORTUNA: El ministro de Planificación, Julio De Vido, reconoció que se usan fondos de la Anses para financiar a Aerolíneas Argentinas, en especial unos $ 1.200 millones para modernización de la empresa. La oposición critica el uso discrecional de estos fondos.

RECALDE: La Anses no transfiere nada. Ha sido un error de interpretación de un diario. De Vido, defendiendo las políticas de este Gobierno, defendiendo la asignación universal por hijo, afirmó que la estatización de las AFJP permitió al Estado aplicar ese tipo de políticas productivas y no especulativas como las que aplicaban las AFJP, que le prestaban esa plata al estado al 20%. Ahora, gracias a que no se distraen fondos para otras cosas, el Estado tiene dinero para el plan de inversiones en Aerolíneas. La plata que el Estado pone en Aerolíneas no sale del Anses, sino que sale del Presupuesto Nacional y está aprobado por el Congreso de la Nación. Por Presupuesto Nacional hoy Aerolíneas tiene una partida presupuestaria de $ 1.600 millones.

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2/7/2010

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