Para el organismo, la falta de empleo es creciente: subió a 7,5% en el tercer trimestre. Sin embargo, el Gobierno nacional se encarga de restarle importancia a los 3 millones las personas que tienen problemas laborales en el país.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó de "ligera variación" la destrucción de puestos de trabajo informada el lunes por el INDEC y culpó a la caída de la economía mundial.
La tradicional Encuesta Permanente de Hogares difundida daba cuenta que en el tercer trimestre la tasa de desocupación se elevó a 6,8 a 7,5% de la población económicamente activa respecto del mismo período de 2013.
"En un contexto de carácter internacional adverso, se ha experimentado una ligera tasa de variación desde el punto de vista de los indicadores, tanto en la tasa de actividad como la tasa de empleo y de desempleo", dijo Capitanich al tiempo que destacó que en el último trimestre "el empleo registrado formal no ha presentado variaciones", al señalar que esta creció un 0,4%, y "tampoco la tasa de desvinculaciones", la cual "no ha variado en los últimos 8 años".
"Recordemos que la tasa de desempleo ha tenido una disminución abrupta del casi 25% desde 2003 y ahora se sitúa en el 7,5%", afirmó y resaltó que "de no haber mediado las políticas activas del Estado nacional", la "ligera variación" registrada en los índices de desempleo "se podría haber profundizado".
"El Estado se ha convertido en un eficaz instrumento para adoptar herramientas que permitan dinamizar el consumo para proteger el empleo", sostuvo.
Los datos del INDEC, sin embargo, sostienen que en el último año se perdieron más de 500.000 empleos. Se trata del tercer trimestre consecutivo en que se amplía el número de desocupados según el organismo.
Cerca de 3 millones de personas tienen problemas laborales en el país.
Según el relevamiento, la población activa alcanza los 18 millones de personas, con lo cual existen alrededor de 1.350.000 sin trabajo, habiéndose incrementado en 126.000 en un año. Con esta misma base, la subocupación afecta a 1.656.000 personas.
La traducción en cifras de estos porcentajes define que cerca de 3 millones de personas tienen problemas de inserción laboral en la Argentina.
