Asegura que lo sacaron de contexto con la frase de que “en plata no es tanto” el aumento. “Es el tarifario para todo el año”, anticipó.
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El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, va al trabajo en bicicleta. Sólo unas 15 cuadras lo separan de su departamento, desde el que se ve el Obelisco, hasta su oficina en el Palacio de Hacienda. Y cuando no pedalea, también corre, surfea e incluso recibe aventones en helicóptero.
El negocio familiar está vinculado a una concesionaria de autos, a cargo de su padre y su hermano Hernán. Y pese a no ser un usuario habitual de transporte público, defiende los aumentos anunciados esta semana “después de años de tarifas planchadas”. “Tuvimos mayor visión social. Podría haber sido un aumento menor, pero igual para todos o algo diferenciado como se hizo, con una tarifa social con descuento del 55% a la que se incorporaron dos millones de personas más”, sostuvo ayer Dietrich en diálogo con PERFIL. Unas horas antes, había dejado una frase sobre el porcentaje de aumentos que rebotó en todos los medios: “En plata no es tanto”, dijo. Pero después aclaró que fue sacada de contexto. “El aumento del tren va de uno a dos pesos. El 100% es un porcentaje alto porque la base de la que parte es baja, es un peso”.
En un plan elaborado para la Fundación Pensar durante la campaña, Dietrich había estimado dos aumentos graduales, uno a mediados de año y otro en función de cómo evolucionara la inflación, hacia fin de año. Pero finalmente se impuso el esquema de shock. “No sé si el dilema es entre shock y gradualismo. Que no haya subsidios al transporte ni se nos pasa por la cabeza. Fuimos positivamente agresivos con quienes no les afecta el aumento. Y moderados en términos de lo que son las tarifas en el resto del país”, donde los boletos promedian los 8 pesos, consideró el ministro que todas las semanas corre con Horacio Rodríguez Larreta, su referente político.
Con ese esquema, detalla que las subas anunciadas representan “el tarifario para todo el año” pero aclara: “Vamos a estar trabajando en ver cómo orientar subsidios a la demanda y en ese proceso puede haber alguna modificación”. Dietrich estudió economía en la Universidad Católica Argentina y cursó un máster en Administración de Empresas en la escuela de negocios de la Universidad Austral. Con esos títulos, integra la mesa económica de Mauricio Macri, donde se busca reducir el déficit fiscal y la emisión para poner freno a la inflación, aunque la actividad económica sufra.
Uno de sus caballos de batalla es el metrobus, en especial el de la 9 de Julio, el preferido también de Macri, su “legado faraónico” en la Ciudad, por arriba de donde corre el subterráneo. El plan a futuro incluye más de estos carriles exclusivos, conectando la Ciudad y la Provincia, entre otras obras que implican unos “$ 5 mil millones en 15 meses”.
“El transporte es un bien en sí mismo y es exitoso si mucha gente lo usa. Los sistemas tienen que ser sustentables, tanto desde el punto de vista de tarifa como de las inversiones”, señala el funcionario que tiene entre sus planes para el sistema de transporte un boleto multimodal, que incluya trenes, colectivos y subtes.
Uno de los argumentos más fuertes contra los aumentos es que representan varios pesos por día para quienes utilizan al menos tres medios diarios. Pero según las cifras de Dietrich, “el 85/90% de la gente no hace trasbordo porque no hay una tarifa multimodal. Hoy el sistema tarifario castiga a la multimodalidad”. El plan, en estudio, implica al menos un proceso de dos años
El hombre de hierro
“Nada es imposible”, escribió en su página Guillermo Dietrich en un extenso racconto sobre su participación en el IronMan de Florianópolis (Brasil) en 2005 una competencia de alto rendimiento que involucra 3,8 kilómetros de nado, 180 kilómetros de ciclismo y un maratón (42 kilómetros).
El desafío físico ofrece una ventana a la mente detrás del colaborador al que Mauricio Macri le dio vía libre, entre otras cosas, para remover a Cristóbal López de concesiones viales.
“Proponerme estos desafíos son una forma de dirigir mi vida, de sentir que yo estoy viviendo la vida y no siendo vivida por ella”, sostiene quien, junto con su amigo y ministro de Educación, Esteban Bullrich, encabezó el G25, un grupo “puente entre el ámbito privado y el público”, para reclutar cuadros de Cambiemos.
Por Patricia Valli | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
