Los aumentos en el gas serán de hasta el 1.700% para las pequeñas empresas

Por Nicolás Gandini | Las compañías del sector calculan subas más altas que las anunciadas para hogares grandes e industrias. “Aunque parezca un shock, es una aplicación gradualista”, aseguró Aranguren.

Redacción Fortuna

El Gobierno publicó ayer la primera batería de regulaciones referidas al aumento de las tarifas de gas. Según datos difundidos por el Ejecutivo, la suba para los hogares rondará, en promedio, un 300%. Pero en algunos segmentos se esperan alzas más significativas. El aumento para los hogares de menor consumo –encuadrados en la categoría R1 y R2– superará un 500%, según se desprende de los precios mayoristas del gas publicados por el Ministerio de Energía y Minería. Las pequeñas industrias que reciben el gas de una distribuidora enfrentarán un aumento superior al 800% y de hasta el 1.700 en algunos casos. El GNC también saltará más de 300%.

La consigna oficial es reducir el nivel de subsidios que requiere el sector gasífero. Con las nuevas tarifas el Estado ahorrará US$ 4 mil millones de dólares, mayoritariamente destinados para financiar la importación de gas desde Bolivia y por barco (GNL). En lugar de salir de las arcas públicas, ese dinero saldrá a partir de ahora del bolsillo de los consumidores.

Algunos números absolutos causaron sorpresa en la industria. Por caso, hogares medios rotulados en la categoría R3 pagarán por el gas hasta US$ 5,50 por millón de BTU, casi el doble de lo que cuesta importarlo desde Bolivia e incluso más caro que el GNL que llega a las terminales portuarias de Bahía Blanca y Escobar. La boleta que antes era de $ 350 por bimestre, ahora acusará unos $ 800 a $ 1000.

Peor es el caso de grandes residenciales (R34), cuyo precio trepó hasta los 7,60 dólares. La suba del precio del gas para ese tipo de hogares –que consumen más de 1.800 m3 por año– será de casi un 180%. Es decir, la factura bimensual pasará en esos casos de unos $ 900 a $ 2000 o más, con una particularidad: su segmento ya había sido el más afectado por el aumento autorizado el año pasado por el ex ministro de Economía, Axel Kicillof. A partir de ahora, los R34 pasarán a abonar por el gas casi cuatro veces más que en Estados Unidos, donde el Henry Hubb (la referencia en ese mercado) cerró ayer a 1,90 dólares.

Aún así, las nuevas resoluciones incluyen incentivos para los hogares que reduzcan un 15% su consumo. En ese caso, pagarán precios de entre un 20% y un 50% más barato según su tipo de usuario.

También se ampliará un programa de tarifa social similar al implementado para el sector eléctrico. Desde hoy habrá 270 mil hogares beneficiados, pero se estima que ese número se incrementará hasta los 350 mil cuando el Gobierno formalice las condiciones para acceder al beneficio. Alcanzará a jubilados y pensionados con un ingreso equivalente a dos veces el haber mínimo, o tener un trabajo en relación de dependencia con una remuneración bruta menor o igual a dos salarios mínimos, en torno de los $ 12.120.

“Gradualismo”.  “Más allá de que a mucha gente le haya parecido un shock, esto ha sido una implementación gradualista. Nosotros todavía no estamos recuperando el costo de producir energía eléctrica y/o el costo de generar gas y petróleo en la Argentina”, afirmó el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

El aumento del gas impactará de forma significativa en las pequeñas industrias que reciben el combustible por distribuidora. Para un usuario SGP3 –similar a cientos de pymes en el Conurbano–, el precio se elevó de $ 0,25 a $ 2,29 por m3; es decir, un 816%. En otros casos llegaría al 1.700%.

En cuanto al GNC, la suba fue más alta que la prevista. El gas vehicular se pagará, en promedio, US$ 5,14 por millón de BTU. En reuniones con petroleras, Aranguren había adelantado que el importe sería de 3,50 dólares. El primer mensaje que se desprende de los nuevos precios es que el Gobierno quiere desincentivar la conversión de autos particulares a GNC, históricamente más barato que las naftas e insumo clave para los taxistas. Para eso, quiere reducir la brecha con la súper, que el viernes aumentó un 6% y traspasó la frontera de los $ 15.

“Entraron con la motosierra”

El ex candidato presidencial por el Frente Renovador, Sergio Massa, consideró que el gobierno nacional “entró al quirófano con una motosierra” en referencia a las fuertes subas en las tarifas de luz, agua y transportes. El líder del Frente Renovador cuestionó los fuertes aumentos en las tarifas de los servicios al asegurar que “no es la forma” de bajar la inflación ya que “lo sufre el bolsillo de la gente”. “Controlemos a los empresarios que son los formadores de precios”, reclamó. “El aumento de tarifas lo sufre el bolsillo del trabajador, no es la forma y genera más inflación”, aseguró Massa a través de su cuenta en Twitter. Y graficó: “Un jubilado gasta el 90% de su ingreso en comida y remedios. En una familia los aumentos representan + de mil mangos, sin contar la comida”. En este sentido, reclamó “controlar a los supermercados y a las grandes empresas” que son “formadores de precios”. “Hay controles que se pueden hacer. Les va a doler a supermercados y grandes empresas, pero prefiero que les duela a ellos y no a la gente”, dijo.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.

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