Negocios para los mismos de siempre

Por Ariel Cohen | Socma y Sideco estuvieron activamente en el ramo. Sigue la crisis en OCA y se agudiza. El correo oficial homenajea a Cabezas, asesinado por la mafia postal.

Redacción Fortuna

El martes 7 de marzo,  el Correo Argentino emitirá un sello postal conmemorativo de los veinte años del asesinato del fotógrafo de Noticias José Luis Cabezas. Todo un acontecimiento el homenaje a quien dejó la vida por su trabajo, la prosecución de un registro periodístico para reflejar al responsable de negociados mafiosos en el mercado postal, Alfredo Yabrán. Un gran símbolo proviniendo del principal actor del rubro, el estatal Correo. Fueron las transas y los negociados de ese mercado los que sepultaron las aspiraciones y la vida de José Luis, y sus alternativas merecen ser miradas de cerca, sobre todo porque pocos, muy pocos, personajes van y vienen en el estratégico “mercado del reparto”.

Las alternativas de la objeción judicial a los términos del concurso de acreedores del Correo que era propiedad de Sideco trae a la luz a muchos de los mismos actores de las últimas tres décadas en el mercado. Empezando por el propio Franco Macri.

Jorge Irigoin, un cuadro profesional de Socma, integró el Correo de Macri y ahora es el presidente del Correo Argentino (nombre comercial pero ya no S. A.) en manos del Estado presidido por Mauricio Macri. En el medio, fue CEO del correo privado OCA.

Vale aquí un poco de historia. OCA, que el Exxel Group de Juan Navarro había comprado en 1997 a Héctor Colella, ex socio de Alfredo Yabrán, fue vendida en 2003 a un consorcio del Citibank y el Deutsche Bank. Estos a la vez se lo vendieron en 2004 al fondo de inversiones Advent, que era integrado por Socma, de la familia Macri, y el Banco de Galicia, entre otros socios norteamericanos.  En paralelo, Macri ya estaba en el Correo desde 1997. Bajo la gestión de Advent, Irigoin se incorporó al correo privado.

El Exxel de Navarro que compró OCA en 1997 tenía entre sus filas a Mario Quintanta, el vicejefe de Gabinete  de Cambiemos.

Después de la compra por el Exxel, que en su momento fue leída como un “fronting” para limpiar la cara del correo manchada por Yabrán, Héctor Colella se cobijó en Ocasa, que en los últimos años hizo foco en la logística.

Vale recordar que en los 90 creció políticamente al calor de los correos, el peso y la influencia sindical de Hugo Moyano y el sindicato de camioneros.

Todos estos nombres comenzaron a entrelazarse el último año. Una tarde de septiembre pasado, apenas superado un conflicto gremial por el cobro de sueldos en OCA, una persona del entorno del Gobierno puso todo en la misma bolsa, mezcló y dijo a este diario:“Seguí lo que pasa con OCA. Mauricio está podrido y están trabajando en una solución (Jorge) Irigoin, (Héctor) Colella y (Hugo) Moyano porque no lo quieren ver a (Patricio) Farcuh en la empresa”.

Para entonces, un triunvirato de directivos con respaldo del sindicato de camioneros de Pablo Moyano y de los profesionales no camioneros de la empresa había tomado el control de la firma, desplazando a Farcuh y sus directores, quien la había adquirido en 2013 por US$ 42 millones. Se habían caído planes de pago con la AFIP y las cuentas fueron embargadas, impidiendo el pago de los sueldos en tiempo y forma.

El conflicto desde entonces está en un punto por el cual todos los actores pretenden ganar tiempo para desplazar a Farcuh de la propiedad de la compañía. Se negocia una nueva conducción tripartita con participación de directores que respondan a Farcuh y a Moyano, y una conducción estratégica de Alfredo Romero, un gerente comercial histórico de OCA, que le compró la compañía a Advent, y sucedió a Irigoin en la conducción de la empresa. Romero y Moyano se habían reunido con Macri para pedir un auxilio sobre los embargos de la AFIP y respaldo político para terminar de desplazar a Farcuh.

Hasta ayer había negociaciones entre las tres partes para poner en orden la conducción.

En apariencia, Moyano, con predicamento entre los camioneros de OCA, quiere ir por todo. A pesar del deterioro de las operaciones del correo privado, éste sigue siendo el principal canal para la distribución de documentación bancaria y tiene potencial para despegar con la expansión del comercio electrónico.

Romero, a quien Farcuh le adeuda una cuota de US$ 10 millones de la compra de OCA, articula tácticas con el sindicalista.

De fondo, una denuncia penal en la que se investiga por extorsión y usurpación a Colella, Romero y los directores que manejaron la empresa desde enero a esta parte espera medidas del fiscal.

Evolución. El sistema de correos dista de ser la distribución de cartas. Internet desterró esa función, pero el traslado de paquetería, la logística y la red de distribución siguen siendo un valor estratégico para cualquier país. Si en la Argentina macrista se pensó que el despliegue de la red de 4G sería una palanca para el desarrollo, la falta de un mercado postal eficiente también es una de las materias pendientes.

La administración kirchnerista hizo poco y el sector privado sacó provecho de ese mal manejo, y se quedó con la crema del negocio. La fortaleza de los correos radica en la red de que disponen y sobre ella el futuro también le asigna un papel vinculado con las finanzas. Un sudor frío recorre las espaldas de los bancos.

Ahora que nuevamente el correo queda en el foco de las controversias, esta vez en el Estado, conviene redoblar la búsqueda de suspicacia sobre un negocio que nadie quiere largar, a ningún costo.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.