Cómo se empoderarán las mujeres tras la pandemia

La escribana y empresaria Alejandra Musi habla de cómo puede empoderarse una mujer en América latina. Sus ideas para cuando pase la crisis del coronavirus.

Redacción Fortuna

Cuando los efectos de esta pandemia pasen, las mujeres del interior del país necesitaran estar preparadas para aprovechar las oportunidades de esta crisis y demostrar cuán poderosas son y cuánta fortaleza guardan en su interior. Pensando en el futuro no muy lejano, la empresaria escribana Alejandra Musi aprovecha la cuarentena para trazar los lineamientos de lo que será una organización destinada a empoderar a las mujeres empresarias argentinas, que ella misma piensa comandar. “Quiero ser una inspiración, que sepan que el miedo no sirve y que el respeto es un derecho irrenunciable”. Empoderarse en América latina es romper con las estructural culturales básicas.

¿Cuál es la mejor inversión que una mujer puede hacer?

Lo que cualquier mujer debe hacer, ante todo, es invertir en sí misma. Durante años fuimos tapadas y opacadas. Invertir en nuestra formación, en una carrera. Debemos estar preparadas para brillar en el mundo allá afuera con las mejores herramientas. Un título es una de las grandes inversiones, una puerta a un mundo de posibilidades. Si en el camino cambiamos de idea o no nos dedicamos a esa profesión, ese conocimiento estará ahí, siempre disponible para que recurramos a él. Otra inversión que debemos hacer es criar a nuestros hijos en igualdad de responsabilidades, sean varones o mujeres. El machismo puede ser generado directamente desde nosotras, las mujeres. Las mujeres latinas vivimos cuidando la autoestima de nuestros maridos, lo aprendemos desde la cuna. Empoderarse en América latina es romper con las estructural culturales básicas.

¿Por qué las mujeres aun se debaten entre la maternidad y el trabajo como si no fueran compatibles?

Muchas de nosotras empezamos nuestra carrera o estudios incluso antes de casarnos. Cuando me recibí de escribana me propusieron cambiarme el apellido por el de mi esposo, y yo me mantuve firme. No soy propiedad de nadie, pensé. El hogar para muchas mujeres se convierte en su primera empresa. Siempre lo viví como un desafío. Debemos asumir la educación de los hijos. Muchas piensan que es imposible pero no lo es. Debemos convertirnos en una inspiración para ellos.

¿Qué consejos le daría a una emprendedora?

Lo primero que debemos saber es que seremos nuestras propias jefas. Ser independientes tiene riesgos, pero nos permitirá manejar nuestros tiempos. En mi caso, además de la escribanía, me convertí en experta en real estate, hotelería, moda, lanzamiento de productos, ayuda social. Debemos creer y confiar en nosotras mismas. Lo que nos hace diferentes es nosotras podemos ver lo que los hombres no ven. La perspectiva femenina es única. Sabemos cómo manejar varias cosas a la vez, podemos estar en todo al mismo tiempo sin perder el foco. También les sugiero que se rodeen de las mejores profesionales, que armen equipos en los que confíen y puedan delegar. Si no arman equipos confiables se convertirán en esclavas de sus propios proyectos. Por ultimo, las incitaría a viajar. Las mujeres somos observadoras por naturaleza. Viajar para ver cómo viven o qué necesitan los demás es importante. Viajar te permite crecer.

¿Qué buscan las mujeres cuando quieren crear una empresa?

Lo primero que una mujer busca es seguridad económica. En mi caso esta primera oportunidad vino de la mano de un título. Después incursione en los primeros proyectos que me permitieron tener mi propio edificio, Alejandra Art. La renta de propiedades es un dinero que consideré bien invertido. Hoy, mi aspiración es tener propiedades en distintos mercados, cobrar renta en diferentes monedas. Otra cosa que debemos aprender es el manejo del mercado bursátil. Aprender el funcionamiento de la bolsa es un desafío interesante que está copado por los hombres.

¿Cómo ha incursionado en tantos negocios diferentes?

Mantenerse activo socialmente abre muchas puertas. Los negocios se generan en espacios de relajación donde la posibilidad de lograr acercamiento y empatía con otros aumenta el espacio a los que las mujeres no solemos asistir, como las canchas de golf, los cócteles o los partidos de tenis. Hoy, en tiempos de pandemia, esto es impensable, pero cuando todo pase, mi organización estará lista para empoderar a las mujeres y apoyarlas desde lo comercial, lo emocional y lo espiritual también. Tengo pensado convocar a las mejores profesionales que estén listas para apoyar a la empresaria que hay dentro de cada mujer.