En la región de Ñuble, en el sur del país, algunos productores de cerezas y limones “han perdido sus predios y todo su trabajo de años”, dijo en un comunicado la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta).
Los peores incendios forestales en seis años en Chile están comenzando a afectar las industrias de cerezas y arándanos del país; la devastación de campos de cultivo de estas frutas representa una nueva amenaza para el suministro mundial.
En la región de Ñuble, en el sur del país, algunos productores de cerezas y limones “han perdido sus predios y todo su trabajo de años”, dijo en un comunicado la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta). Las temperaturas de 44°C han hecho que productores de arándanos de la región pierdan cientos de toneladas de fruta fresca para la venta, agregó.
Según el recuento más reciente, en la zona centro-sur de Chile se mantienen 301 focos activos de incendio, que se ven avivados por las altas temperaturas y la sequía, lo que se suma a las interrupciones en la industria frutícola peruana debido a una ola de protestas antigubernamentales.
Con certeza, los catastros de los incendios en Chile aún se basan en observaciones, ya que no hay registros de daños en términos de hectáreas o volúmenes perdidos en la industria frutícola. Ñuble es la tercera región de mayor producción de cerezas después de las regiones de O’Higgins y del Maule, y Chile es el principal exportador de cerezas. Se estima que la producción crecerá un 19% esta temporada, gran parte del cual se destina a China.