Luis del Rivero, el hombre que quiere vender YPF

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Redacción Fortuna

El mayor accionista individual quire vender YPF y mantiene una fuerte disputa con Antonio Brufau, presidente de la petrolera. Por qué necesita desinvertir en la filial argentina.

Por Diego Landi

No logran una buena conexión, sino todo lo contrario. En rigor de verdad existe una notoria y sostenida guerra sorda entre Luis del Rivero, presidente del Grupo Sacyr Vallehermoso y mayor accionista de Repsol, y Antonio Brufau, quien lleva las riendas ejecutivas de la petrolera. Esa pelea hace que por estas pampas se siga su desarrollo con atención. Es que no sólo se trata de imponer sus respectivas visiones de grandes empresarios para delinear el futuro de la compañía sino que por detrás subyacen profundos cuestionamientos cruzados que involucran un plan estratégico que necesita ser mantenido, el recorte de dividendos y la supuesta necesidad de realizar desinversiones para obtener liquidez. Y, cuando Del Rivero habla de desinvertir, todos miran a la petrolera argentina.

“Mejorable” es como califica con sobreactuada diplomacia Luis del Rivero la gestión de Brufau al mando la compañía. Pero otra era la visión que tenía en octubre de 2006, cuando este ingeniero de caminos, canales y puertos, nacido hace 60 años en Murcia, ingresó accionarialmente en Repsol con altas expectativas de ganancias. En ese momento pensaba que era una inversión que se pagaba sola. Y así fue aunque las cosas no siguieron tan bien como se esperaban.

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Ese año, con la ayuda de varias entidades financieras y bancos, el empresario hizo una jugada maestra. Contrajo deudas por 5.175 millones de euros y desembarcó con Sacyr Vallehermoso (empresa que controla con casi el 14%) en la más grande petrolera española. Pero la crisis financiera global, que pegó fuerte en España y en especial en el sector inmobiliario y de la construcción, le asestó un duro golpe a este hombre de negocios murciano. Con Sacyr invirtió más de 6.525 millones de euros en la petrolera. Su deuda financiera total, según el estado de resultados de Sacyr, asciende a casi 13.000 millones de euros. Como consecuencia, la necesidad de hacerse de liquidez para pagar los préstamos contraídos se vuelve más urgente que nunca: durante 2010 deberá afrontar vencimientos de deuda por 971 millones de euros. Y en 2011 de 5.877 millones de euros.

Es por eso que cuando Del Rivero se enteró de la pretensión de Brufau –el gestor de la empresa de la que él es participante mayoritario-- de recortar los dividendos de Repsol en un 19% planteó su altisonante desacuerdo. Más que desacuerdo, su vehemente enojo. Al punto que se decía que, junto a La Caixa –otro socio que posee el 14% de Repsol-- iban directamente por la cabeza del ejecutivo, quien no daba el brazo a torcer argumentando la necesidad de esta decisión por sobre una modificación del plan estratégico, “un plan sagrado”, según Brufau. Finalmente, la moción del recorte fue la que triunfó en la reunión del Consejo de administración de fines de noviembre.

Lea el artículo completo en la última edición de Revista Fortuna

12/11/2009

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