Quebró el mítico casino Caesars Palace de Las Vegas

El grupo estadounidense Caesars Entertainment anunció que se acogió al Capítulo 11 y seguirá operando sus hoteles y casinos, pero bajo con esa protección.

Redacción Fortuna

El grupo estadounidense Caesars Entertainment, anunció la quiebra de su filial principal, Caesars Entertainment Operating (CEOC), que gestiona el reconocido casino Caesars Palace de Las Vegas, entre otros.

La empresa comunicó su decisión de acogerse al Capítulo 11 en los Estados Unidos. Luego de esta resolución, el grupo empresario deberá iniciar un proceso voluntario de reestructuración de un pasivo que ronda los US$ 10.000 millones.

Por medio de un comunicado, el grupo indicó que, pese al mal momento, y amparándose en la ley estadounidense de quiebras, podrá seguir operando sus 44 casinos y complejos hoteleros.

En noviembre del 2014, el grupo informó que sus ingresos provenientes de los juegos de azar cayeron 3,2% en los nueve primeros meses del año y que sus pérdidas totales ascendían a US$ 1.760 millones en el período.

El plan del grupo fue aprobado por el 80% de los acreedores preferenciales, los primeros que serían remunerados en caso de liquidación, afirmó el grupo.

La reestructuración "es el resultado de varios años de esfuerzos dirigidos a mejorar la salud de las cuentas de CEOC, incluidas importantes inversiones dirigidas a la adquisición o modernización de activos, particularmente en Las Vegas", explicó en el comunicado su presidente, Gary Loveman.

Asimismo, trascendió que el plan prevé la separación de las actividades de juego y de los activos inmobiliarios en dos nuevas unidades: una entidad operativa y un fondo de inversión inmobiliaria que alquilaría sus instalaciones a cambio de un contrato de alquiler de US$ 635 millones en un año.

Creado en 1937 en Reno, Nevada (oeste de Estados Unidos), Caesars Entertainment fue absorbido en 2008 por los fondos Apollo y TPG en 2008. Desde entonces, su actividad ha disminuido tras el estallido de la crisis financiera (2008-2009) que afectó los bolsillos de los jugadores estadounidenses.

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