La posible reelección de CFK no enciende pulsión por nuevos negocios.
Opinión. Por Ceferino Reato *
“¡Quiero comenzar a pagar sueldos!”, decía un empresario esta semana durante un almuerzo en un restaurante italiano de Belgrano Chico o Bajo Belgrano, como se decía antes. Comentaba, atribulado, lo mucho que habían tenido que batallar sus contadores para obtener un mísero CUIT para un nuevo emprendimiento. Otro comensal comparaba esas peripecias con la rapidez de los trámites en Uruguay, donde con sus socios habían decido comprar una empresa para basar allí sus operaciones en la Argentina: “Nuestro país es maravilloso, pero hay muchas trabas y demasiada incertidumbre en el plano político”.
La nota de tapa de este número de Fortuna aborda el problema central de la Argentina, del que casi siempre estamos hablando: ¿por qué nuestros empresarios no invierten más?, ¿por qué no podemos perforar ese techo del 22/23 por ciento del PBI si tanto las condiciones externas como el boom de la demanda local parecen haber creado el ambiente perfecto para que el país dé el salto al desarrollo que estamos prometiendo desde hace tanto tiempo?, ¿cuándo la Argentina se sumará al lote de países que está aprovechando sus recursos para lograr una mayor riqueza e inclusión social?
El artículo, de nuestro redactor Jairo Straccia, explora en las razones de esta frustración. Fortuna está convencida de que el futuro puede ser mucho mejor y esboza una suerte de agenda para el próximo Gobierno, para la candidata o el candidato que gane las elecciones de octubre/noviembre.
Es curioso que la incertidumbre política prevalezca en el ámbito empresarial en momentos en que las encuestas coinciden en que, si finalmente se presentara, Cristina Kirchner podría vencer esos comicios aún en el primer turno. Tal vez la causa sea el fantasma de una mayor avance del Gobierno en las empresas, que ha sido agitado por el viceministro de Economía, Roberto Feletti, cuando confió que, si Cristina lograba la reelección, “el populismo debe radicalizarse” a través de la apropiación de mayores porciones de la renta privada.
“Ganada la batalla cultural contra los medios, y con un posible triunfo electoral en ciernes, no tenés límites”, destacó. Es cierto que el ministro Amado Boudou desmintió a su subordinado, pero como Feletti sigue firme en su puesto y no se ha retractado se comprende la desconfianza de los empresarios. En todo caso, sus palabras guardan sintonía con la reforma constitucional bajo el lema “Cristina eterna” que anticipó la ultrakirchnerista diputada Diana Conti.
*Editor Ejecutivo de Revista Fortuna
3/6/2011
