Home Office: cómo legislan otros países

Diputados dio media sanción a una norma que regula el teletrabajo. Cómo son las leyes que tienen otros países sobre esta modalidad.

Redacción Fortuna

El Senado nacional tiene en sus manos aprobar (o no) una modificación a la Ley de Contrato de Trabajo para regular el teletrabajo, que ya tiene el okey de Diputados, y que entre otros temas indica que esta modalidad de trabajo es voluntaria, que no puede ser impuesta por el empleador (o sea, es reversible) y que establece el "derecho de desconexión" del empleado.

Vedr también: La Cámara de Diputados aprobó la "Ley de teletrabajo" y la envió al Senado

Según un estudio de Adecco Argentina, al principio de la cuarentena el 56% señaló que era la primera vez que trabajaba a distancia y que, ya con tres meses de cuarentena, el 51% continuaría haciendo teletrabajo, el 12% dijo que no seguiría con esta modalidad y el 37% no tuvo la posiblidad de hacer home office.

Según Adecco, "sólo el 4% de los que hacen teletrabajo reconocieron que la empresa decidió hacerse cargo de algunos de sus gastos: internet o línea de celular, comidas durante la jornada laboral y equipamiento de oficina, como la computadora y la silla ergonómica".

¿En qué otros países, donde el teletrabajo ya es un modo habitual o se profundizó con la pandemia, existe una legislación para el home office?

En Estados Unidos, un empleador no paga los mismos impuestos (seguro socia, Medicare o cargas por desempleo) para un empleado que trabaja a distancia, que es considerado como un contratista independiente.

Sin embargo, hay estados de EE.UU. que tienen legislación que protege a los trabajadores a distancia. Por ejemplo, en 2017, Nueva York promulgó la ley Freelance isn´t Free (el trabajador independiente no es independiente), que les otorga a los que hacen home office el derecho a un "contrato por escrito, pago completo y en tiempo y forma y protección contra `represalias´". Algo parecido hizo el estado de California en 2000, con una norma que regula el empleo en el domicilio, que le da la misma protección del trabajador común a los teletrabajadores.

En España también hay un proyecto para regular el teletrabajo, al que se oponen las cámaras empresarias, aunque ven como algo positivo esta modalidad. Un experto de Economía de la Universidad Pompeu, Oriol Amat, señala que "se ahorra 10.000 euros al año por empleado que teletrabaja, en espacio, limpieza, electricidad”. Además, indica que se incrementa la productividad de hasta un 25% yh que por las videoconferencias, el ahorro en viajes puede alcanzar al medio millón de euros.

En Holanda, la norma establece que los empleados que hayan prestado servicios por lo menos un año, en empresas de más de 10 empleados, tienen el derecho de pedir un cambio, una baja o un incremento de las horas de trabajo como de la posibilidad de trabajar desde otro lugar que no sea la misma oficina.

Noruega tiene un sistema de horas flexible según la ley de ambiente laboral que debe surgir de un acuerdo con el empleador y que no complique la actividad de la empresa. La legislación australiana permite el acuerdo entre empleador y empleado para coordinar las condiciones de trabajo más conveniente para ambas partes.

Todos los empleados de Gran Bretaña que hayan trabajado para el mismo empleador por lo menos 26 semanas (6 meses y medio) pueden acordar para hacer trabajo flexible. En Italia, una ley de 2017 regula el "trabajo inteligente" y pone en igualdad de condiciones al trabajador regular que al que hace home office. Bélgica acaba de legislar para regular el teletrabajo.

En Alemania hay dos modalidades. Por un lado, rige el Freiberufler (o freelance/ser el propio empleador) y, por otro, el AÜG Licence, que es cuando el trabajador depende de una empresa.

En el primer caso, se da por contrato de servicios, no se provee de seguridad social y los impuestos son más altos para el trabajador. En el AÜG Model, el empleador contrata al trabajador, se hace cargo de los impuestos laborales y paga vacaciones y los días que el trabajador está enfermo.

Filipinas tiene una legislación bastante dura en el tema del teletrabajo, que le da a estos empleados los mismos derechos que los trabajadores que van a la oficina. También Panamá comenzó hace poco a regular el home office, como una alternativa laboral más. La legislación panameña establece el pago de un salario en moneda de curso legal (no valen pago con mercancías o vales), al teletrabajador tiene derecho al reconocimiento en caso de accidente laboral.