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Pablo de Luca y Gustavo Noguera, de la Cámara de Comercio Gay Lésbica, ven crecer las consultas. Creen que el casamiento y la adopción legal modificarán los hábitos.
Por Marilina Esquivel *
La sanción de la ley que habilita el matrimonio gay no sólo conllevará un profundo cambio cultural y social en la Argentina sino que además modificará los bolsillos de las personas homosexuales.
Las parejas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) tienen un poder adquisitivo mayor que las heterosexuales, principalmente porque en su mayoría no tienen hijos. Ahorran el gasto en educación, salud y vestimenta, entre otros.
Pero con la posibilidad de los matrimonios del mismo sexo de acceder a la adopción –y la confirmación de que 60% de los homosexuales quieren tener hijos, según la consultora Gnetwork360– los hábitos de consumo van a cambiar.
Así lo aseguran Pablo de Luca y Gustavo Noguera, presidente y vice de la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina (CCGLAR), respectivamente, socios de la consultora y, también, pareja. “En Inglaterra una de cada cinco parejas de lesbianas tiene hijos de matrimonios previos o por inseminación artificial. El esquema de parejas va mutando. Cuanta más aceptación, más equiparación”, pronosticó De Luca, en una entrevista con Perfil.
Cuando, hace más de siete años, los presentó un amigo en común, De Luca y Noguera no se atrajeron. Pero, con el tiempo y las salidas compartidas formaron un sociedad personal y de negocios.
La pareja edita la revista GMaps –con información sobre el circuito gay de Buenos Aires y más de doscientas propuestas gay friendly– y asesora empresas que quieren apuntar al segmento. Además, no bien terminen de organizar la 3ª Conferencia Internacional de Marketing y Turismo LGBT, que se desarrollará gratuitamente del 21 al 23 de julio en Buenos Aires, pedirán turno en el Registro Civil.
—¿Cuál será el impacto de la ley de matrimonio en los negocios para la comunidad gay?
DE LUCA: En los otros nueve países donde ya existe se potenció el turismo. La Argentina no será la excepción. Ya es reconocida como la meca gay de América latina, incluso desplazó a Río de Janeiro. El mensaje que enviamos al mundo es que somos todos iguales y eso alienta a los turistas que buscan un lugar diferente para visitar.
—¿Los negocios pasan sólo por el turismo?
DL: Hace poco nos llamaron para estudiar la factibilidad de un cementerio gay. Ahí se ve cómo funciona el estereotipo de que los gays somos un ghetto y no se entiende que la mayoría de las cosas son compartidas por todos. En cuanto al turismo, de los 2.700.000 que visitan Buenos Aires, 17,8% son gays y lesbianas. Cuando viajan gastan el doble que el público heterosexual, alrededor de US$ 200 por día, y se quedan entre 10 y 12 días. Hablamos de US$ 1.200 millones. Dejamos de ser un nicho para ser un segmento importante.
También está el negocio de los casamientos. Tres o cuatro empresas de ceremonias online, algunas de las cuales estaba esperando que saliese la ley, contrataron espacios en la conferencia. Proveen “celebrantes” para diferentes ritos. También es probable que surjan resorts y cabañas, por ejemplo en Bariloche, para matrimonios gays.
—¿Qué productos y servicios desarrollados en el exterior aún no llegaron al país?
DL: Las compañías de cruceros gays son muy usadas en los EE.UU. y Europa. Acá llegan pero no hay nada generado desde la Argentina. Atlantis y Olivia son competidoras y también están RSVP, para un nivel muy alto, y Sweet, dirigido a mujeres y con un foco eco friendly. En el país sí hay compañías de turismo que brindan servicios a la comunidad gay, como Tije Travel y Glam Travelers.
Diario Perfil: El Gobierno no capitaliza la nueva ley pero prepara un acto en La Rosada
* De la redacción de Diario Perfil - Con Martina Rúa
19/7/2010
