Por Ceferino Reato | “Es inteligente pero no tiene calle ni conoce el mundo de las finanzas. Tiene muchos prejuicios”, confió un CEO de la industria automotriz.
El Gobierno parece sentirse cómodo con la pelea contra los llamados “Fondos buitre”, pero diversos indicadores muestran que la economía real está sufriendo con esta situación anormal, hasta cierto punto incomprensible si no tuviéramos en cuenta la impronta ideológica de la Presidenta y de sus principales colaboradores.
De todos modos, tal vez como las encuestas indican que se perdieron ya los puntos de imagen positiva que se habían ganado cuando esta disputa estalló, surgen ahora distintas versiones sobre cómo se llegó a esto. Una de ellas sostiene que hubo un error de cálculo del ministro de Economía, Axel Kicillof, al intentar despegarse —en el plano del discurso, tan caro al Gobierno— de los bancos privados que, con el aval del Central, negociaban la compra de los bonos en cuestión.
Más allá de esta versión, una encuesta puso en números la sensación de muchos empresarios y ejecutivos, que en privado sostienen que Kicillof no es la persona adecuada para este momento. “Es inteligente, eso no se discute, pero no tiene calle ni conoce el mundo de las finanzas. Tiene muchos prejuicios”, confió un CEO de la industria automotriz.
El último sondeo de la consultora Giacobbe & Asociados indica que la mitad de los encuestados (50,8 por ciento) cree que Kicillof no reúne las condiciones necesarias para conducir la economía del país; el 25,2 por ciento responde que no sabe, y solo el 21,7 por ciento contesta que está preparado para ese cargo.
La encuesta también indica que el 62,6 por ciento piensa que el ciclo K está agotado y que el 44,2 por ciento tiene una opinión negativa del gobierno de Cristina Kirchner mientras para el 25,2 es regular y para el 27,7, bueno.
“Es inteligente pero no tiene calle ni conoce el mundo de las finanzas. Tiene muchos prejuicios”, confió un CEO de la industria automotriz.
Jorge Giacobbe suele desprenderse del lote de encuestadores: el año pasado, por ejemplo, fue uno de los pocos que “vio” una clara ventaja del opositor Sergio Massa en las cruciales elecciones a diputados bonaerenses. El consultor suele destacar que es uno de los pocos encuestadores que no trabaja para el Gobierno.
Esto no quiere decir que Kicillof no vaya a coronar su enorme influencia en la Presidenta con el nombramiento de un Jefe de Gabinete afín cuando, según se especula, Jorge Capitanich deje ese cargo.
Pero, su futuro dependerá de si en los próximos meses logra enderezar el barco que Cristina Kirchner le ha confiado. La política tiene sus urgencias y se alimenta de resultados concretos.
