Con el anuncio de los bonos y aumentos que se entregarán a fin de año, se espera un recupero de los sueldos.
Un nuevo informe sobre empleo y salario reveló algunos de los cambios que se vieron en materia de salario en 2018. En este sentido, cabe señalar que, teniendo en cuenta la inflación de octubre (5,4%), y con un acumulado del 39,5%; los salarios pretendidos aún siguen estando muy por debajo de la inflación vivida en 2018.
En lo que respecta a la remuneración según el puesto, el “Index” muestra que el salario medio requerido en las búsquedas de posiciones senior o semi senior acumula un aumento de 25% durante 2018. Dos puntos por arriba del incremento en los puestos junior (23%). De esta forma, en puestos de jefe o supervisor, el salario medio pretendido asciende a $ 54.409, mientras que en puestos senior o semi senior, a $ 34.296. En puestos junior, el salario medio pretendido es de $ 23.379. Es el único que disminuyó respecto al mes anterior ($23.957).
En cuanto a los salarios por sector, también se observan diferencias dependiendo el rango. En el caso de puestos senior, los salarios pretendidos más altos corresponden a tecnología y sistemas ($41.100), producción y logística ($40.700) y Recursos humanos ($34.900). Por otro lado, entre los sectores con sueldos pretendidos más bajos para puestos senior se encuentran marketing y comunicación ($34.700), administración y finanzas ($34.300), y comercial y atención al cliente ($31.500).
Del mismo modo, según el portal de empleos Bumeran, en puestos junior, los sectores en donde se pretenden salarios más altos son; tecnología y sistemas ($26.700), comunicación y marketing ($26.600), Recursos humanos ($24.800). En cambio, los sueldos pretendidos más bajos para este puesto se encuentran en los sectores de producción y logística ($24.400), administración y finanzas ($23.800), siendo comercial y atención al cliente el que menor salario se pretende, en relación con los otros ($22.900).
Cabe mencionar que en los últimos tres meses la pretensión salarial subió en promedio un 7%, acumulando un 24% en 2018. Si los salarios acompañaran el aumento del índice inflacionario las personas se verían menos afectadas por el aumento de los precios. Lamentablemente, este acompañamiento no se produjo durante este año, por lo tanto, aumentó la pérdida de poder adquisitivo por parte de los empleados.