El organismo que conduce Guido Sandleris deberá abonar $68.618 millones. Alcanzó su período de auge en los primeros años de la gestión de Mauricio Macri.
A partir de hoy, las Lebac será tema del pasado. Sucede que este 19 de diciembre, el Banco Central realizará el último pago para terminar de desarmar esa “gran bola de nieve” que tuve su auge en los primeros años de la gestión de Mauricio Macri.
Para ello, el ente monetario deberá abonar $68.618 millones. De ese total, $2.471 millones están en manos de entidades financieras, que deberán ser esterilizados por las Leliq o ser captados por otros activos. El restante que no pertenezca a los bancos podrá ser canalizado a través de Lecap. También, es muy probable que los inversores que posean Lebac quieran cambiarlas por dólares.
Cabe señalar que al principio de la gestión de Cambiemos, las Lebac fueron el instrumento de esterilización elegido para reducir la inflación gradualmente. En ese entonces, el organismo que conducía Federico Sturzenegger elevó las tasas de interés de las Lebac con el objetivo de reducir la presión sobre el dólar recién salido del cepo. La idea era que, a partir de ahí, el organismo iría inyectando pesos a medida que la inflación fuera desacelerándose y que la economía fuera creciendo. Algo que finalmente no sucedió.
De hecho, con el aumento de la inflación y las dificultades para generar crecimiento genuino, lo que era una solución pasó a convertirse en una peligrosa “bola de nieve”. El stock llegó a superar los $1,2 billones, un valor muy por encima de la base monetaria. Finalmente, el cambio de autoridades en conjunto con la difícil situación económica que atravesaba el país, llevó a un cambio en la política monetaria. Una de las decisiones fue eliminar las Lebac.
Una de las principales críticas estaba basada en que el acceso de los inversores minoristas a estos títulos podría llegar a ser riesgoso en períodos de mayor incertidumbre. Un claro ejemplo fue la corrida cambiaria entre fines de abril y junio.
El BCRA desarrolló un esquema para que el desarme fuera gradual. En este sentido, la fecha límite elegida fue el 19 de diciembre, o sea hoy. Para eliminar estos títulos se decidió que los bancos tuvieran prohibido suscribir a estas Letras y a cambio se les ofreció las Leliq a siete días, con tasas de interés sumamente atractivas. En el caso de los agentes minoristas, se les siguió otorgando estos títulos, pero solo hasta noviembre. Asimismo, se les fue reduciendo los montos de renovación en cada oportunidad. Para contrarrestar el potencial efecto sobre el tipo de cambio, el Ministerio de Hacienda se comprometió a licitar todos los miércoles Letras del Tesoro capitalizables en pesos, con el fin de reducir la presión cambiaria y de desarrollar un mercado en pesos con una liquidez similar a la del segmento secundario de las Lebac.
Actualmente, el stock de Lebac representa apenas el 5% de la base monetaria, pero en caso de no ser captado por otros títulos, podría afectar a la meta de evolución de la base fijada por el BCRA, que ha tenido un buen desempeño desde que arrancó el nuevo esquema en octubre. Se espera que no haya mayores complicaciones en este sentido. Por lo pronto, solo queda decirle adiós a las Lebac y esperar el efecto que puedan generar estos títulos en la base monetaria.