Por qué WELL es una inversión rentable para empresas e inversores
Estudios internacionales muestran que los edificios WELL logran primas de renta del 4 al 7%, mayores tasas de ocupación y retención de inquilinos, además de una percepción de marca significativamente más positiva.
Durante años, el bienestar laboral fue considerado un beneficio blando, difícil de cuantificar. Hoy, los datos muestran lo contrario: los edificios que priorizan la salud y el confort de sus ocupantes no sólo mejoran la experiencia de trabajo, sino que también generan valor financiero medible.
La certificación WELL, desarrollada por el International WELL Building Institute (IWBI), se consolidó como el estándar internacional que traduce el bienestar en resultados de negocio. Su crecimiento global —multiplicado por doce desde 2020— refleja que el mercado ya entiende que un edificio saludable es también un mejor activo financiero.
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Estudios internacionales muestran que los edificios WELL logran primas de renta del 4 al 7%, mayores tasas de ocupación y retención de inquilinos, además de una percepción de marca significativamente más positiva. Para las empresas, esto se traduce en una reducción del ausentismo, aumento de la productividad y un mayor valor neto por empleado o por metro cuadrado ocupado.
El impacto se ve también en la reputación corporativa. Las organizaciones que implementan WELL proyectan una imagen de liderazgo y compromiso con el bienestar, lo que atrae atención mediática positiva, inversores alineados con criterios ESG y talento joven que valora las culturas saludables.
Desde Green Group observamos que el bienestar se está transformando en una nueva moneda de competitividad. Las compañías que adoptan estándares como WELL logran indicadores concretos para demostrar su desempeño en sustentabilidad humana y fortalecer su elegibilidad para bonos verdes o préstamos vinculados a criterios ESG.
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En un contexto donde las decisiones de inversión están cada vez más guiadas por el impacto social y ambiental, WELL ofrece un marco de gestión medible y escalable que conecta a las personas, los inversores y el planeta.
La salud ya no es un costo operativo: es una ventaja competitiva. Las empresas que entienden esto no solo cuidan a sus equipos, sino que aseguran la resiliencia económica de sus activos en el tiempo.
*Director y co-fundador de Green Group