Inversiones en edificios sustentables: ¿es posible hoy en la Argentina?

Con el apoyo y el interés de las generaciones jóvenes en temas como el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad, el país se transformó en un mercado muy interesante.

Carlos Grinberg*

La transición energética se perfila como un paso crucial hacia una economía fundamentada en la eficiencia, en la cual habrá que poner cada vez más foco en la sustitución de fuentes de energía convencionales por alternativas sustentables, así como en la eficiencia de recursos. Un dato insoslayable es que, según el Programa de Medio Ambiente 2022 de las Naciones Unidas, los edificios y el sector de la construcción son responsables en la actualidad de aproximadamente el 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero liberados en la atmósfera.

Como respuesta a esta preocupante situación, a nivel mundial desde hace años se comenzaron a implementar diversas regulaciones destinadas al sector de la construcción. Estas normativas buscan alinear las prácticas edilicias con los principios de la transición energética y, de esta manera, reducir significativamente las emisiones. Estas medidas están significando una transformación radical para las compañías constructoras, las cuales se vieron en la necesidad de adaptarse a estándares novedosos y cumplir con rigurosos requisitos de eficiencia energética, haciendo especial énfasis en la reducción de la huella de carbono.

En Argentina, el referente en materia de certificación en sostenibilidad es LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Esta certificación, avalada por el United States Green Building Council (USGBC), evalúa distintos aspectos para otorgar la certificación, tales como la ubicación del edificio (se beneficia por estar cercano a servicios de transporte público, reduciendo así el impacto del desplazamiento vehicular), alentando el uso de materiales sostenibles en la construcción así como también la eficiencia en el consumo de agua y energía, entre otros criterios.

Los beneficios de vivir en un edificio sustentable

Otra certificación que ha cobrado relevancia en los últimos años es Fitwel, un sistema que adopta un enfoque integral para optimizar tanto el diseño como las operaciones de un edificio, con el objetivo de asegurar el bienestar de sus usuarios.

De la mano de estas compañías, hoy en la Argentina existen numerosos edificios de oficinas y corporativos que ya obtuvieron su certificación y otras que procuran obtener su certificación y es una tendencia que, sin dudas, ha ido en aumento. En la misma línea, gobiernos provinciales y municipales han entendido la importancia de estos sellos, obtenidos ya en Ciudad de Buenos Aires, Santiago del Estero y Corrientes y vienen trabajando para certificar otros nuevos edificios públicos. 

Es un hecho que la Argentina ha experimentado un notorio progreso en los últimos años en la adopción de certificaciones en edificios corporativos: hasta 2022, según datos de la red regional latinoamericana de la World Green Building Council, el país contaba con más de 500 construcciones entre las certificadas y las que estaban en proceso para obtenerla, solo considerando el sello LEED.

Huella de carbono: el impacto de la construcción

Incluso, tras la pandemia, una industria estratégica, como la de la hotelería, ha venido poniendo mucho foco en aspectos como la calidad y la circulación del aire, lo que requiere de un complejo diseño para lograr una alta eficiencia y con costos energéticos bajos; por lo tanto, aquí hay una oportunidad interesante para profundizar esta tendencia.

Pero sin dudas, las mayores oportunidades para la certificación sustentable se encuentran en el segmento de edificios residenciales y de viviendas particulares, un segmento que prácticamente no había crecido por la falta de incentivos. Hay que entender que el ahorro en el costo operativo tras una inversión en sustentabilidad se recupera a lo largo del tiempo. Esto sí resulta muy atractivo para un desarrollador que opere o alquile, por ejemplo, un edificio de oficinas por dos o tres décadas. 

En cambio, en el caso de la propiedad horizontal, los desarrolladores que venden las propiedades una vez finalizada la construcción, aseguraban que no podían trasladar ese mayor costo de la inversión en sustentabilidad al precio final. 

Viviendas sustentables, lo que los consumidores piden

Pero tras la pandemia hubo un cambio importante: con el estancamiento de la construcción de edificios comerciales, comenzó a ponerse el foco en el el foco en el mercado residencial, principalmente de alta gama. 

En un mercado donde los proyectos buscan diferenciarse de otros, en una misma zona, y en el que los potenciales compradores buscan cada vez mayor valor agregado, las posibilidades son más que interesantes. 

La clave está en una ventaja cultural: en los últimos 10 a 15 años, las generaciones jóvenes se fueron interesando cada vez más en temas como el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad, frente a un problema real y palpable como lo es el cambio climático. 

De hecho, hay un fenómeno que se da entre los jóvenes, y que ha sido estudiado, denominado “ecoansiedad”. Las investigaciones resaltan la creciente sensibilidad de la población hacia el cambio climático y su impacto en la salud mental de las personas, especialmente en las nuevas generaciones, heredera de los desafíos ambientales que enfrentamos en la actualidad.

Eficiencia energética, un bien ambiental y económico

Por lo tanto, las familias con hijos jóvenes y con buen poder adquisitivo, no solo buscan productos que se diferencien: también buscan un lugar a vivir que se adapte a este nuevo enfoque y a esta filosofía. Y ahí hay mucho margen para crecer en la certificación de edificios residenciales y viviendas familiares sustentables.

Entonces, como respuesta y conclusión a la pregunta que nos planteamos desde el título de esta columna, podemos afirmar que sí: las inversiones en edificios sustentables no solo son posibles sino que ya son una realidad firme en el mercado corporativo argentino y están comenzando a ser una gran oportunidad en el mercado residencial, principalmente de alta gama.

Tener edificios cada vez más eficientes está vinculado con lo racional, con el objetivo final de tener un mundo cada vez más sustentable, pensando en las futuras generaciones. 

 

* director general de Estudio Grinberg; ex presidente de Argentina Green Building