La educación, el gran problema a futuro

En la "Semana de la Educación", Federico Rouco examina el divorcio entre financiamiento y resultados en el sistema educacional, y ofrece propuestas de reformas necesarias. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

El último informe elaborado por el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEEA) hace explicito un problema que hoy es grave, pero que va a ser más grave en el futuro: Un alto porcentaje de los estudiantes universitarios de entidades públicas se encuentran con muchas dificultades a la hora de aprobar más de una materia por año. La educación es clave para el desarrollo de cualquier sociedad, esto es algo sabido. Por eso, debería ser una de las prioridades de cualquier gobierno que pretenda mejorar la situación en el largo plazo. El problema surge cuando se ve la situación actual del país en este aspecto.

Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Educación, el 44% de los alumnos universitarios aprobó, como mucho, una materia durante el 2011. Es decir, casi uno de cada dos estudiantes no aprobó más de una materia en el total de las universidades estatales. Este porcentaje baja a 24% en el caso de las universidades privadas, donde la proporción de alumnos que aprueban más de 6 materias es de 30%, casi el doble que en las estatales. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, en las privadas, la cantidad de materias por cuatrimestre es mayor, por lo que sigue siendo preocupante.

Preocupa porque el gasto público en educación no para de subir, al punto de encontrarse en máximos históricos cercanos al 6% del PIB. Esto quiere decir que el gasto no está siendo eficiente. Se podría hacer responsable al gobierno actual, lo cuál sería correcto, aunque sería un error decir que es el único responsable. La responsabilidad es compartida por, al menos, los gobernantes de los últimos 25 años. El 30% de los alumnos tenía, en 2011, menos de 19 años y el 55% menos de 24 años. Es decir, el 30% tenía 8 años y el 55% tenía 13 años, como máximo, en 2003. Los primeros años son vitales en la formación del cerebro, por lo que se podría hacer responsable de esto al menemismo y su falta de políticas de salud y nutrición pero, más allá de eso, el gobierno actual tuvo ya su tiempo para revertir parte de las cosas, y esto no pareciera haber pasado.

Muestra de esto es el crecimiento que tuvo la matrícula de universidades privadas en el país.  En 2001, 16.340 personas se graduaron de alguna universidad privada, frente a las 48.764 de las universidades estatales. Es decir, los graduados de universidades privadas representaban el 33,5% de los graduados en universidades estatales. Esta brecha parece ir achicándose ya que, a 2011, la cantidad de graduados en universidades privadas fue de 35.918 personas frente a las 73.442 que hubo en universidades estatales. Es decir, los graduados en universidades privadas pasaron de representar el 33,5% a casi el 50%. (VER GRÁFICO)

Por último, un gran hallazgo del informe del CEEA es la relación existente entre el presupuesto por graduado y el porcentaje de alumnos que no aprueba más de una materia: Según el informe, las universidades con mayor presupuesto por graduado son, también, las que tienen un mayor porcentaje de alumnos que no son capaces de aprobar más de una materia. Es decir, la ineficiencia en la utilización del dinero se hace extremadamente visible: Se puede tener mucho dinero destinado a algún fin pero, si no se utiliza eficientemente, no se pueden esperar buenos resultados. Este parece ser el caso.

Así llegamos a varias conclusiones importantes:

Se necesita una reforma en la política educativa con una revisión del gasto que lo vuelva mucho más eficiente y evaluaciones y capacitaciones constantes a los docentes.

Tomar en consideración la idea de redirigir el subsidio: la oferta no debería ser subsidiada, sino la demanda. El gasto debería seguir al alumno y no al revés, como explica Edgardo Zablotsky.

Es necesario actualizar el concepto de educación y de cómo se lo aborda. El sistema actual es uno creado en un contexto social muy distinto al actual, por lo que una actualización es requerida. En el video al comienzo de la nota, la Fundación Libertad y Progreso explica cómo.

Por último, es vital entender la importancia de una educación de alto nivel y de fácil acceso, ya que es el mecanismo por el cual la gente de bajos recursos puede romper el círculo de pobreza. A largo plazo, es el principal factor que achica desigualdades, capacita y genera individuos más productivos, que puedan desarrollarse y ser libres.

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Federico-RoucoFederico Rouco es estudiante de Economía de la UCA y de la University of Leeds, Reino Unido. Es investigador adscripto en el Centro de Investigación Aplicada de la Escuela de Negocios de la UCA e Integra el Grupo Joven de la Fundación Libertad y Progreso. Twitter: @fgrouco

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