Por Claudio Celano Gómez /El presidente del Banco de Valores, ganador del Premio Fortuna al Mejor Banco, asegura que nos pasó “un tsunami por encima”.
Juan Nápoli conoce el mercado de capitales de la Argentina como pocos. Después de haber pasado años en Nápoli Inversiones, la sociedad de bolsa que fundó su padre Plácido en 1985, le tocó el turno de presidir el Banco de Valores, una institución financiera especializada en la custodia de fondos y en la estructuración y administración de fideicomisos. Además, ocupó diversos cargos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y en el Mercado de Valores, y es director suplente de ADEBA. Además, es vocal por la oposición del Club Atlético River Plate.
Es precisamente el conocimiento financiero el que le permite a Juan Nápoli analizar la actual situación económica y financiera que vive la Argentina. “Estamos en un momento muy complicado de la economía, con una crisis muy fuerte. Y estamos frente a una paradoja, porque estamos presidiendo el G20 y también estamos en el Fondo Monetario Internacional. Esto forma parte de lo que estamos acostumbrados los argentinos”, afirma. Y agrega: “La Argentina necesita volver a ser confiable. Creo que la mayor virtud del presidente Mauricio Macri fue la de haberse erigido como un líder anti-populista en la región, y esto le está valiendo todo el apoyo que está teniendo, principalmente de Estados Unidos. Por eso el apoyo descomunal que ha tenido. El tema es que hay que ir mostrando resultados para no perder ese apoyo. En enero, Macri era la estrella en Davos; en abril, en el FMI éramos el mejor lugar para invertir y ahora somos una de las economías con más inflación del mundo”.
Fortuna: ¿Cuál es su lectura de por qué sucedió esto?
Nápoli: Yo no lo veo como una consecuencia de lo internacional, porque en otros países no pasó lo que sucedió acá. Creo que fue más haberle errado a algunas políticas y haber subestimado algunas otras. También creo que se debe a que había demasiada expectativa con Argentina. No nos olvidamos que el anterior Banco Central preveía una meta de inflación de menos del 15% y este año cerrará en torno al 45%. Además, a los inversores les dijimos que vengan a invertir en nuestros títulos y después les pusimos un impesto. Se van corriendo. Y esto desata gran parte de la crisis. Todo es pérdida de confianza. Generaste expectativas muy altas, con un discurso de erradicar la pobreza y bajar fuerte la inflación, y la verdad es que hasta ahora no se da lo que venían pregonando. Hay un año más para el Gobierno, y tienen que hacer ajustes durísimos. La gran pregunta es si podrá dar vuelta la situación o no en un año.
Fortuna: En esta pérdida de confianza, ¿qué es lo que más impacta en los inversores, la tasa de interés, la alta inflación o la volatilidad del tipo de cambio?
Nápoli: La tasa alta, la inflación alta y la volatilidad del tipo de cambio hacen que se haga difícil hasta presupuestar de un año a otro. Entonces el inversor extranjero mira estas cosas. Hasta hace algunos meses éramos el mejor lugar para invertir. Nos pasó por encima un tsunami y hoy en día se perdió la confianza. Lo primero que hay que hacer es trabajar para recuperarla. Nuestros bonos están rindiendo 7 u 8 puntos por arriba de los de Estados Unidos, y esto hace que cuando lo mira, pasan de largo. Estos tres puntos que enunciaste van de la mano y se traduce en una pérdida de confianza.
PREMIO. El Banco de Valores, presidido por Juan Nápoli, ganó el Premio Fortuna al Mejor Banco 2018, superando a los conocidos bancos comerciales. Este año, la entidad tiene presupuestado facturar $ 1.730 millones, y entre sus dos unidades de negocio maneja fondos por más de $ 190 mil millones. Por un lado, hasta fines de septiembre administraba 1.282 fideicomisos financieros por un monto de $ 20.161 millones y custodia 208 fondos comunes de inversión por un monto de $ 170 mil millones. “En ambos negocios somos líderes”, explica Nápoli. “El premio –opina- lo ganamos porque tenemos dos pilares muy claros en el Banco, que son la especialización y la independencia, lo que nos hace estar orientados netamente al desarrollo del mercado de capitales del país”.
Fortuna: El mercado de capitales es chico, ¿Qué posibilidades reales tiene de expandirse?
Nápoli: El mercado de capitales, si bien falta mucho, tuvo un desarrollo con el nuevo Gobierno a través de la desmutualización del mercado, de la ley de financiamiento productivo y la recalificación que se obtuvo como país.
Fortuna: ¿Pero todo el desarrollo que hubo quedó frenado por la crisis? ¿Por qué las altas tasas hacen que las inversiones en activos como los bonos y las acciones caigan?
Nápoli: Con estos tipos de interés se hace difícil que la gente invierta en acciones o fondos, y más porque los balances de las compañías se ven afectadas. Los inversores son conscientes de la situación que estamos atravesando, pero siempre surgen oportunidades. Por ejemplo, que traten de traer el carry trade, que traigan los dólares, se coloquen en pesos a tasas de interés altas. Esto es lo que está pasando actualmente.
Fortuna: Y este carry trade, ¿termina potenciando el mercado de capitales? Porque cuando la situación parece complicarse, con lógica, retiran sus pesos, cambian a dólares y se los llevan. Y lo que queda, ¿no es peor?
Nápoli: Lo importante es primero atraer y captar a los fondos. El desafío está en el después, ya que hay que tentarlos y hacer que se queden con algún otro producto. El carry trade es lo que hoy da retorno a la inversión. Lo que podría pasar es que si se estabilizaran los indicadores es que, con el tiempo, te terminen comprando algún título o invirtiendo en algún fondo común. Pero uno los atrae por donde el mercado puede y hoy lo atractivo en la Argentina son las tasas de interés. Es bueno para el que invierte, pero es malo para la economía. Estos niveles de tasa, para las empresas productivas son complicados. Los que necesitan financiamiento están complicados.
Fortuna: ¿Cómo se logra bajar la tasa y que empiece el equilibrio del que usted habla?
Nápoli: Creo que la nueva política monetaria va en este sentido. El plan de emisión cero es difícil y ambicioso, pero si llegasen a cumplirlo lo cierto es que no habrá pesos en la calle. A esto apuesta el Gobierno. Entonces, si esto sucede, en un par de meses el tipo de cambio debería ir bajando y con eso las tasas. En 2001 - 2002 pasó lo mismo. El BCRA había puesto una tasa al 140% y a los pocos meses estaba en 20%. No creo que éste sea el caso, porque era otra inflación la que había. Este año la inflación será del 45% aproximadamente y hoy nadie cree que el año que viene bajará de 25%, con lo que las tasas el año que viene estarían en los treinta y pico o cuarenta, que siguen siendo altas. Pero sería la mitad de lo que son ahora. Por eso el camino es complicado.
Fortuna: ¿Los agentes financieros, donde está el Banco de Valores, cómo pueden ayudar a encontrar un equilibrio?
Nápoli: El rol que tenemos nosotros es el de financiar el consumo y ayudamos en la custodia de los fondos que, en algunos casos, son productivos y otros no. Cumplimos un rol en el mercado de capitales. Este año que se complicó mucho, igualmente estamos colocando emisiones por arriba del 70%. Lo primero que tratamos es de ayudar en que no se pare la rueda de financiamiento de consumo. Hicimos muchos esfuerzos a la par de nuestros clientes para que la rueda continúe. Hablamos con bancos, gente de Gobierno, clientes, apoyando en este momento que es delicado. Hoy estamos ganando desde lo financiero, pero quisiéremos que baje la tasa y tener más productos en la cancha para ofrecer a los inversores, que se traduce en que el país esté mejor.
Fortuna: ¿En ese camino estaban los fondos comunes de inversión en lo productivo? ¿En qué estado están?
Nápoli: Hay muchos proyectos. Acá entran los PPP también. En muchos de ellos nosotros íbamos a participar junto al BICE, como administradores. Y se estuvo tratando de reactivar. Hay muchos de estos productos que están muy bien pensados desde una ley, pero las circunstancias te pasaron por encima. Si bien no están desactivados, ponerlos en marcha es mucho más complejo por la coyuntura. La ley y las reglamentaciones te dan el marco, que era lo que se necesitaba, pero la coyuntura hizo que muchos de estos proyectos estén o suspendidos o ejecutados en menor medida de lo que se estimaba.