Bancos: más créditos pero los préstamos son cada vez menores

La inflación e inestabilidad económica del país influye sobre los montos que requieren empresas y particulares. Las entidades bancarias no ocultan su preocupación.

Redacción Fortuna

Por Bruno Yacono.

El mercado de préstamos en Argentina no atraviesa su mejor momento. En septiembre, la variación en el stock promedio de créditos de entidades bancarias aumentó a 2,4%, según estadísticas del Foro de Servicios Financieros de la consultora KPMG Argentina, aunque los montos demandados tan sólo crecieron 22% mientras la inflación roza el techo del 40%.

“La suba de precios plantea un escenario de incertidumbre en el mercado y pérdida de competitividad que no contribuye al crecimiento de las sumas requeridas por los clientes”, afirmó Luciana Sonnet, responsable de Estrategia y Gestión de Créditos en Banco Galicia.

Las entidades bancarias analizan en profundidad cada crédito solicitado. Quién lo recibirá, cantidad demandada y capacidad de retorno. Además, se toma en cuenta si la empresa cuenta con autorización para exportar, posibles conflictos gremiales dentro de la misma, nivel de actividad real y números de las últimas ventas. “La suba de las tasas de interés impulsada por el Banco Central para contener la corrida del dólar tras las devaluaciones que se vienen dando es el principal factor que atenta contra el negocio”, explicó Gabriela Bassetti, jefa de Producto de Préstamos del Banco Patagonia.

La economía de los últimos años basó su receta de crecimiento en la demanda sostenida de productos, bienes y servicios que, a su vez, promovieron el desarrollo del financiamiento bancario a sectores estratégicos como la industria, construcción, servicios, comercio y agro. La alta inflación deterioró la posibilidad de compra del argentino promedio y esto afecta al sector crediticio.

“La contracción del crédito fue la consecuencia directa de la suba de tasas dispuesta desde enero por el Banco Central, que afectó el costo de la mayoría de las líneas productivas. Esto en conjunto con la percepción de un desmoronamiento de las expectativas sobre el desempeño económico del país se tradujo en la suba de precios", agregó Sonnet.

El futuro del sector financiero en Argentina presenta incertidumbre y pocas certezas para los gerentes de préstamos y leasing de las entidades bancarias de país. El agro ya no goza de buenas expectativas debido a las fuertes inundaciones, baja en el precio de la soja, retenciones a las exportaciones y disminución en las cosechas. La industria automotriz, empresas importadoras y acopiadoras de cereales distan de vivir un buen presente.

Entre las opciones más redituables se encuentra la inyección de créditos para la compra de maquinarias y nuevas tecnologías que aporten valor agregado a la producción. “La inversión a realizar es directamente proporcional a los niveles de estabilidad económica del país. Incide tanto el nivel de inflación, como el atraso cambiario, que genera pérdida de competitividad y la caída del precio internacional a la hora de tomar la decisión sobre incrementar la inyección de liquidez en el mercado de préstamos”, opinó Bassetti.

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