Gerardo Feldman, el argentino que se convirtió en el arquitecto de las celebridades en EE.UU.

Se fue de la Argentina por la crisis de 2001, y comenzó una nueva vida en el país norteamericano con solo 2700 dólares en el bolsillo. Fundó una constructora exitosa, gracias a la cual trabajó con artistas como Chayanne, Diego Torres y Ricardo Arjona.

Redacción Fortuna

Gerardo Feldman, nació y creció en Buenos Aires, precisamente en el barrio de Palermo. A los 16 años, siguiendo su sueño de ser actor, comenzó a estudiar teatro. Sus primeras experiencias ocurrieron con las pequeñas participaciones en “Clave de Sol” y “Sábado de la bondad”.

Su etapa artística duró hasta los 21 años, cuando su papá lo sentó y le dio un consejo que cambió su perspectiva: “Tenés que buscar una carrera más estable”.  Mi papá me dijo que con eso no iba a ningún lado, que no iba a poder vivir. Y como en quinto año tenía un profesor que era arquitecto, y me gustaba lo que hacía, me decidí por estudiar lo mismo que él”, explicó Feldman.

Rápidamente se enamoró de la carrera y obtuvo el título de arquitecto. “Empecé en el mundo de la construcción y llegué a vivir en Río de Janeiro y Asunción. Pero mi trabajo estaba en Argentina”, recordó.

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En diciembre de 2001, al igual que muchos argentinos, su vida dio un giro dramático. Había solicitado dos préstamos por un total de 500.000 dólares y, con la crisis económica y el fin de la convertibilidad, quedó en la ruina.

“Estuve un año en Argentina, pasándola mal porque necesitaba conseguir dólares y no lo lograba. En septiembre de 2002 decidí irme a Estados Unidos con quien era mi pareja, la mamá de mi hija, que pidió el traslado por su empresa. Antes nos casamos y luego nos fuimos. Recuerdo que viajé con 2700 dólares, sin saber qué hacer”, reveló.

Su arribo al país norteamericano no fue sencillo. Se separó de su pareja apenas llegó y se encontró en un país desconocido, sin contactos y con una incertidumbre abrumadora. Gracias a su tenacidad y capacidad de reinventarse logró salir adelante. “Un día estaba en un bar, solo, tomando un café. En la mesa de al lado escuché que alguien le decía a otro que le podía vender los contenedores de mármol pero que no se los iba a instalar. Era un español hablando con un cubano. En mi vida había instalado un mármol, pero me ofrecí”, relató.

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Tras presentarse y generar una buena impresión, obtuvo lo que quería: la colocación del mármol en los 57 pisos del edificio que estaba entrando en su etapa final de construcción. “Fui a Home Depot y leí un librito para ver cómo se hacía. Salió todo perfecto. Después, cuando se cerraba la venta de un departamento, me contrataron para hacer los pisos, la pintura y el placard”, rememoró.

Tras tres años de mucho esfuerzo, Feldman logró recuperarse. En 2005, con el nacimiento de Tribeca Group, compañía dedicada a la construcción acústica, empezó a pagar una deuda que había quedado paralizada. “La deuda la terminé de saldar en 2008. Y ese año logré comprar mi primer departamento. Fue gracias a ir de contacto en contacto, trabajando y devolviendo el dinero, hasta que pude armarme y salir adelante”, manifestó.

La barrera del idioma no fue un obstáculo. Aprendió inglés técnico con la ayuda de un compañero y estableció conexiones en la industria de la música. Su habilidad para reinventarse y su dedicación le permitieron trabajar con grandes nombres de la industria. “Hicimos estudios de grabación de cinco o seis millones de dólares cada uno, pero eso me duró hasta la pandemia. Paralelamente hacía refacciones o decoraciones en la casa de los artistas, con los que luego forjé una amistad”, contó.

Gerardo Feldman estudio de música

De esta forma, comenzó a trabajar con personalidades como Celine Dion, Alicia Keys, Chayanne, Ricardo Arjona, Stephen Marley, Diego Torres, Lady Gaga, entre otros. “También hice iglesias y templos”, precisó.

Íntimo amigo de Diego Torres, recordó una anécdota del día en que le hizo la oficina a Chayanne: “Se sentó y me dijo: ‘Cómo me hubiese gustado ser arquitecto’. Lo miré fijo y le comenté: ‘A mí me hubiese gustado llenar estadios’”.

”.“De trabajar con tantas discográficas hice un montón de amigos. Fui conociendo a los artistas, los representantes, los ingenieros de sonido. Me metí mucho en la industria”, detalló, que en 2005 arregló la casa de los padres de Shakira en Miami.

Acerca de su experiencia de dejar todo y probar suerte en Estados Unidos, aconsejó: “Hoy es difícil arrancar, no imposible, porque siempre se puede. Lo importante es saber que cuando viene acá pasa a ser una persona nueva. Trabajo hay y rápidamente se puede lograr un poder adquisitivo que permita vivir bien”.

 

RM