Parecidos y diferencias entre Grecia y Argentina en 2001

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Redacción Fortuna

Un especialista en economía internacional analiza para FortunaWeb los puntos de conexión y desencuentro entre la actual crisis financiera griega y la última debacle argentina.

La asociación de la actual crisis financiera griega con el default de Argentina en 2001 fue muy natural. En ambos casos se ha tratado de economías que ajustaron su gasto con el horizonte de mantener su posición en los mercados de capitales, luego el descontento produjo desánimo social y manifestaciones de violencia.

Los parecido predominan, pero con matices. FortunaWeb consultó a José Siaba Serrate, economista especialista en mercados de capitales y finanzas internacionales para analizar los puntos de contacto y diferencia entre estas dos crisis.

COINCIDENCIAS DE INICIO

Tanto la Argentina de 2001 como Grecia en 2010 mantienen un nivel de endeudamientos no sostenible, una situación fiscal desequilibrada y un escenario crítico frente a los mercados de capitales, que cuestionaban la confianza en el país y progresivamente reducían los márgenes de financiamiento.

FORMAS DE AJUSTAR LA ECONOMÍA

Hasta el momento Grecia se ha expresado a favor de evitar a toda costa una caída en cesación de pagos o bien una reestructuración de su deuda. Para evitar esta consecuencia implementó un drástico plan de ajuste del gasto público para recibir una asistencia financiera internacional de U$S 140.000 millones para capear su déficit presupuestario hasta que logre encaminar su cuentas. Es decir, trata de recortar gasto público para no dejar de pagar los intereses devengados de su deuda.

A diferencia del caso griego, Argentina encaminó un proceso de ajuste fiscal previo al estallido social del 20 de diciembre de 2001 pero de modo más progresivo. Se realizó a través de deflación de precios (enfriamiento de la demanda) y luego recibió un "Blindaje Financiero" (con el FMI, Banco Mundial, España y bancos) por algo más de U$S 30.000 millones. Sin embargo esos fondos se evaporaron en 2001 al afrontar pagos de deuda, el financiamiento de U$S 7.000 de déficit fiscal y fuga de capitales.

Más tarde, llegó el "Plan Déficit 0" por el cual el ex ministro de economía Ricardo López Murphy recortó 13% jubilaciones y salarios públicos y condicionó el pago de sueldos a modo posterior al de deuda pública. Tras su renuncia, su sucesor Domingo Cavallo optó por el "megacanje" de deuda: postergar vencimientos a plazos mayores a cambios de pagar mayores tasas de interés. La última medida fue el corralito financiero en diciembre de 2001, cuando se desató definitivamente el malestar.

Argentina realizó procesos de ajuste a lo largo de casi dos años, mientras que Grecia votó una ley de ordena una "austeridad fiscal" masiva e inmediata.

VELOCIDAD

A diferencia del caso argentino, la velocidad en el deterioro de la situación financiera y económica de Grecia se realizó más rápido. No obstante los procesos son diferentes: Con el blindaje Argentina había logrado desembosos asistenciales más rápidos, que le permitieron estirar los plazos. Sin embargo, la actual situación del país helénico también es la del degastes que produce no contar con fondos hasta dentro de doce días más.

Sin embargo, en ambos casos el fin de poner una muleta financiera (ya sea "blindaje" ó "asistencia de la eurozona") es hacer realizar un ajuste público y transitoriamente reemplazar al capital privado, cuando este repliega posiciones.

NIVEL DE ENDEUDAMIENTO

La deuda griega es cerca del 123% de su PBI, pero también como tenía mejores niveles de creputación crediticia que los que disponía Argentina en 1999 ó 2000, le permitió contraer pasivos por niveles muy superiores a los que podía Argentina. Por entonces el nivel de endeudamiento local era cerca del 60% de su PBI, pero era menos sostenible.

Es decir, "Grecia comenzó a asfixiarse cuando el agua le llegó al cuello, mientras que para Argentina fue cuando estaba por sus rodillas".

Sin embargo, como punto en común, tanto Argentina como Grecia debieron apelar a planes de ajuste para tratar de bajar sus tasas de interés y acceder a financiamiento de corto plazo para cubrir su déficit.

RECUPERACIÓN

Argentina mientras peleó por no declarar su default mantuvo el régimen de convertibilidad, pero luego reorganizó su economía devaluando su moneda (inicialmente) un 30%, permitió inflación y un aumento lento pero progresivo en su gasto público.

En el caso griego es diferente: dado que no posee moneda nacional, sino que opera con el Euro, una moneda supranacional que utilizan todos los países de la eurozona. Es decir, no puede encaminar ningún tipo de proceso devaluatorio. Es así que el escenario griego es de mayor incertidumbre por el riesgo de contagio que genera en economías debilitadas como las de España, Portugal y en el sistema bancario (principalmente alemán, francés y suizo) que posee deuda griega y asimismo no atraviesa un momento de solidez financiera.

A diferencia de este último punto, Argentina no produjo un contagio algo en Brasil ni Uruguay al momento de declarar su cesación de pagos.

JOSÉ SIABA SERRATE

Economista con maestría en Teoría Económica (CEMA). Es docente especializado en mercados de capitales internacional y asesor en materia de economía internacional. Es miembro del Instituto Argentino del Mercado de Capitales, Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y titular en la Academia de Mercado de Capitales.

7/5/2010

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