El Gobierno fomenta la demanda de bienes con componentes que se traen del exterior.
Por Paola Quain (*)
El plan para fomentar el consumo por medio de un programa de 12 cuotas sin interés, llamado Ahora 12, en productos de industria nacional que el Gobierno dio a conocer el pasado jueves, podrá limitar la caída de la demanda aunque, según advierten economistas, la iniciativa podría no alcanzar en un año con incertidumbre laboral y caída del salario real, y podría entrar en conflicto con las políticas que intentan contener la salida de dólares, ya que una parte de los componentes de los bienes promocionados es importada.
“El programa de las doce cuotas marca contradicciones con la política del Banco Central, que busca restringir la salida de dólares, dado que los productos, más allá de ser de industria nacional, tienen componentes importados”, objetó Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein y Asociados.
De acuerdo con la economista, este problema se ve agravado por la caída en el precio de la soja, “por lo que creo que reactivar el consumo por esta vía podría generar más presión sobre las reservas internacionales”. “Si el año que viene no entran dólares por la cuenta capital, inevitablemente se va a observar un ajuste en el consumo”, apuntó.
Ejecutivos del sector financiero, en tanto, señalaron que, si bien se espera que la semana que viene se instrumente el plan, el consumo va a crecer “aunque no se espera que se dispare”, porque quienes pensaban en comprar algo en adelante tendrán un incentivo. Fuentes bancarias coincidieron en que lo más probable es que las personas que adquieran los productos tengan que afrontar un precio de venta que contendrá una parte del costo de financiación.
“Seguramente, los comercios trasladarán al consumidor los costos que tengan mientras que, para los bancos, los resultados finales serán neutros”, explicó un ejecutivo. Pese a esto, para quien compre bajo esta modalidad, el beneficio está dado en función de la elevada inflación: “Si la suba de precios es cercana a 40% y el precio en la góndola sube 10%, todavía hay un beneficio para las familias”, estimó un gerente de producto.
“No va a revertir la reducción del consumo, amortigua la caída y puede lograr un piso y una recuperación en algunos rubros, pero no va a generar una reactivación en el sector productivo”, evaluó por su parte Dante Sica, de Abeceb.com. “En una situación de economía inestable, hay que ver si la gente se decide a incrementar sus compras”, puntualizó. El año presenta una caída del poder adquisitivo del 5% en el trabajo registrado, con un leve incremento de la morosidad.
El plan estará vigente por un plazo de seis meses hasta el 1º de marzo y comprenderá las compras que se realicen de jueves a domingo. Según detalló la presidenta Cristina Kirchner, alcanzará a productos de línea blanca (secarropas, lavarropas, heladeras, freezers, cocinas a gas, termotanques y calefones), motos, bicicletas, muebles, indumentaria, calzado y marroquinería, materiales para la construcción y turismo (incluidos pasajes de ómnibus de larga distancia y hoteles de hasta tres estrellas).
Tal como se indicó, no habrá precios promocionales y las tarjetas ofrecerán las cuotas sin interés: Visa, MasterCard, Amex, Naranja, Cabal, Argencard, Nevada y Tarjeta Shopping.
Los comercios cobrarán en 48 horas en el caso de las tarjetas que trabajan con bancos con un interés del 10%, en lugar del 25% al 30% que deben afrontar en la actualidad. Además, el plan Ahora 12 exige que los productos elegidos se vendan en doce cuotas sin interés ni cupo, que es la modalidad por lo general utilizada hoy por los comercios.
(*) Este artículo fue publicado en la edición 921 de Diario PERFIL.
