Tras una crisis gremial, reestructuran áreas internas en Aerolíneas

Redacción Fortuna

Mariano Recalde, gerente general de la empresa estatizada, quiere relanzar la marca. Sin embargo, el frente interno gremial de los pilotos está lejos de cerrarse.

Por Matías Barbería *

El gerente general de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, jaqueado por la rebelión de los sindicatos y una serie de denuncias judiciales por irregularidades buscará un poco de aire en la gestión. Luego de haberle presentado la renuncia a la Presidenta, logró una extensión del mandato y con ello apuesta al reequipamiento de la flota, el relanzamiento de la marca de la firma y la actualización del plan de negocios que presente ganancias en 2012.

Recalde sobrevive en el cargo con dificultades. Una serie de medidas de fuerza de los pilotos, liderados por el sindicalista Jorge Pérez Tamayo y los mecánicos que responden a Ricardo Cirielli –a la vez, enfrentados entre sí– obligaron al presidente de Aerolíneas Argentinas a ceder dos gerencias clave.

Primero, Recalde otorgó el sector de Operaciones a Guillermo Ballesteros, un hombre de Pérez Tamayo, como resultado de presiones de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).

Pero esa concesión generó protestas de los rivales de APLA, el personal mecánico y el sindicato de pilotos de Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que predomina en Austral. Como resultado, en los próximos días se creará una nueva gerencia equivalente a la de Ballesteros, para compensar a sus rivales en la interna. El episodio casi le cuesta el puesto a Recalde. Asfixiado por esa interna sindical, le ofreció su renuncia a la presidenta Cristina Kirchner, y sólo la mediación de sus jefes, el ministro de Planificación, Julio De Vido y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, logró un cese de las hostilidades.

A pesar del acuerdo, el frente gremial está lejos de cerrarse. “Nos parece notorio que la gestión está muy desgastada”, reconoció uno de los sindicalistas enfrentados a Recalde, aunque no se animó a afirmar que buscaba su renuncia.

Aun así, el conductor de Aerolíneas Argentinas debe hacer frente a un déficit operativo de más de $100 millones en los primeros tres meses del año, e investigaciones judiciales por supuestos sobreprecios en la compra de 20 aviones a la brasileña Embraer y por la contratación directa a un taller brasileño no habilitado para el mantenimiento de una de las aeronaves de la empresa.

“Ahora, la idea es mostrar dinamismo y logros de gestión”, señalaron a PERFIL fuentes cercanas a la conducción Aerolíneas.

* De la redacción de Diario Perfil

25/5/2010