La automotriz francesa reconoció que fue víctima de un caso de espionaje industrial contra su negocio. Según las autoridades el hecho constituye una seria amenaza para sus activos estratégicos.
La empresa Renault admitió que sus activos estratégicos están siendo amenazados a raíz de un caso de espionaje industrial.
El ministro francés de Industria, Energía y Economía, Eric Besson, también reconoció que Renault se ha visto afectado por un "caso grave" de espionaje industrial. En diálogo con radio RTL, Besson admitió que el hecho, que calificó de "grave", forma parte de una "guerra económica" en Francia. "Parece que (el caso) se refiere a los autos eléctricos, pero no quiero ir más allá".
"Para Renault, se trata de hechos muy graves que implican a personas en posición particularmente estratégica en la empresa", indicó Christian Husson, director jurídico de la multinacional francesa, según declaraciones a la agencia AFP.
La declaración se produjo un día después de que la empresa suspendiera a tres directivos tras una investigación sobre la posible filtración de secretos de sus vehículos eléctricos.
El Gobierno francés adelantó que instará a las empresas francesas que reciben fondos públicos a que mejoren su seguridad.
ALERTA
Uno de los tres altos ejecutivos suspendidos es miembro del comité directivo de Renault.
A este ejecutivo y a los otros dos involucrados en el caso se les ha dado la oportunidad de responder a las acusaciones en su contra antes de que el departamento de Recursos Humanos de la automotriz decida cualquier sanción.
Renault, junto a su socio Nissan, viene invirtiendo fuertemente en la tecnología de estos vehículos. Ambas firmas planean lanzar una serie de autos eléctricos en los próximos dos años, ya que -aseguran- son la mejor solución de largo plazo para reducir las emisiones contaminantes de autos.
6/1/2011
