Coca-Cola salió a negar que se vaya de la Argentina

La multinacional informó que la sede regional que estaba en Buenos Aires se trasladará a Brasil y negó que abandone las operaciones en nuestro país.

Redacción Fortuna

Coca-Cola informó su decisión de trasladar a Río de Janeiro la dirección de las filiales regionales que estaba en Buenos Aires y desmintió que vaya a dejar sus operaciones en la Argentina.

Ante las versiones de que la empresa se iba del país, la multinacional reafirmó su "compromiso con la Argentina" y aclaró que se trataba de una reestructuración a nivel global.

En América Latina, con este cambio, las operaciones serán divididas en tres grupos: nuestro país, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil dependerán de la sede en Río de Janeiro, y comprenderán la región sur.

Mientras que Perú fue sacado de ese grupo e integrado al que forman Ecuador, Colombia, Venezuela, Centroamérica y el Caribe.

"Coca-Cola desmiente categóricamente que esté contemplando un traslado de sus operaciones en Argentina. La compañía y sus embotelladores seguirán operando en el país con el mismo compromiso con que vienen haciéndolo desde hace 78 años", indicó la empresa en un comunicado.

Es decir, cambia la sede principal de la gerencia regional de la zona sur a Brasil, pero el negocio de la multinacional sigue normalmente para los consumidores.

Desde la empresa señalaron que el presidente de la región podría ser muy posiblemente un brasileño, por lo que la actual titular de la región, Luisa Ortega, dejaría su puesto e iría a ocupar el mismo cargo en la zona de Centroamérica y el Caribe.

El resto de los empleados ya no pertenecerán necesariamente a la región en la que viven sino que la estructura será más en red, con gente trabajando para cualquier país desde cualquier país. "Aprendizajes de la pandemia", dicen en la firma.

Por su parte, en el comunicado la empresa señaló: "A nivel mundial, Coca-Cola está realizando una reorganización de su estructura con el objetivo de acelerar su estrategia de crecimiento para convertirse en una compañía total de bebidas que opere en una red global interconectada, combinando la capacidad de su escala global con las necesidades locales de los mercados".

Lo llamativo es que la noticia de este cambio apareció justo cuando muchas empresas internacionales están abandonando el país.

Pero, también se conoció luego de que Coca-Cola organizara ayer una charla llamada: "Tiempos de recuperación: los desafíos de los comercios de barrio", dada por especialistas; y del anuncio de una inversión de $770 millones "para la reactivación económica del país", como indicó el comunicado.

"Consistente con su compromiso con el desarrollo del país, el día de ayer Coca-Cola anunció un plan de inversión de $770 millones orientado a la reactivación económica de más de 25.000 pequeños comercios de todo el país, lo que reafirma su compromiso con el desarrollo y crecimiento de su extensa y heterogénea cadena de valor", indicó la compañía.

"El 90% de los 264.258 clientes de Coca-Cola en el país pertenecen al canal tradicional: kioscos y almacenes de barrio que representan el principal ingreso familiar y cumplen un rol esencial en su comunidad, por lo que la reactivación económica de este sector es una prioridad", indicó la firma.

Según Coca-Cola, la empresa compra anualmente por u$s500 millones productos e insumos de economías regionales, cuenta con 11 plantas productivas en la Argentina, donde se produce y embotellan 80 diferentes tipos de bebidas, tiene 92 centros de distribución y una flota de 1.200 vehículos para llevar sus productos a todo el país.

La Compañía genera a nivel local más de 12.000 empleos directos y externos en toda la cadena de valor y comercialización y 160.000 empleos indirectos en todo el país.