Las visas de inversión se presentan como una vía atractiva para lograr emigrar al país del norte, ya que ofrecen la posibilidad de establecerse de manera permanente. ¿Cuáles son los requisitos para obtenerlas?
Cada vez más personas de los distintos países de América Latina sueñan con emigrar a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades económicas y de vida. Actualmente, la comunidad latina ya es responsable del 78% de los nuevos puestos de trabajo netos en la fuerza laboral en el país de América del Norte, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se estima que para el 2030, la cantidad de latinos en Estados Unidos supere los 72 millones. Esto puede significar un gran impulso para la economía de ese país teniendo en cuenta que, solo en 2023, el gasto en el mercado de consumo de esta comunidad fue de 400 mil millones.
Ante este panorama, las visas de inversión se presentan como una vía atractiva para lograr este objetivo, ya que ofrecen la posibilidad de establecerse de manera permanente en el país a través de la inversión en negocios y proyectos locales. En ese sentido, cabe señalar que hay dos tipos de visas que son las más elegidas para aplicar como inversionista en Estados Unidos.
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Por un lado, existe la Visa E-2 (No Inmigrante), que permite a un nacional de un país con un tratado comercial invertir una cantidad sustancial de capital en una empresa estadounidense y ser admitido en los Estados Unidos. Los empleados de esa persona o de una organización cualificada también pueden ser elegibles. No hay un monto mínimo de inversión establecido por ley, pero se espera que sea proporcional a las operaciones comerciales del negocio. Según un relevamiento del estudio legal, los clientes invierten comúnmente entre US$ 100 mil y US$ 200 mil.
Las visas no inmigrantes son para extranjeros que desean ingresar a los Estados Unidos de manera temporal, ya sea por turismo, tratamiento médico, negocios, trabajo temporal, estudio u otras razones similares. De Latinoamérica, países como Colombia, México y Argentina poseen tratados comerciales.
Por otro lado, se encuentra la Visa EB-5 (Inmigrante), que es un programa que requiere que los inversores inviertan dinero en un proyecto de inversión pasiva que genere empleo. El monto mínimo de inversión estándar es de US$ 1.8 millones, pero en áreas de empleo específico (TEA), puede ser de US$ 900 mil.
“Uno de los grandes beneficios de la visa EB-5 es que permite la obtención de la tarjeta de residencia permanente. En contrapartida, la E-2 ofrece la posibilidad de solicitar la tarjeta de residencia permanente una vez que el negocio esté operando y se tenga un buen desempeño”, señaló María Eduarda Reis, abogada y socia de Canero Fadul Immigration.
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Cuáles son los sectores más elegidos para invertir
El Top 3 de los sectores más elegidos para los inversionistas latinos que emprenden en Norteamérica son gastronomía, tecnología y servicios. Los que optan por franquicias, las cuatro más solicitadas son: salud, belleza, gastronomía, mantenimiento y finanzas. Rubros de franquicias menos convencionales incluyen: paseo y cuidado de mascotas, cuidado de personas mayores, limpieza de cocinas industriales o recolección de muebles viejos.
Aunque sólo existen estas dos visas de inversión, hay otras opciones disponibles, especialmente si se tiene formación académica con una licenciatura y experiencia laboral, o si se posee experiencia laboral.
RM