La nueva moneda es más chica que la moneda actual y su coste de producción más barato. Galería de fotos
Desde enero del 2018 el país cuenta con dos monedas de un peso. Una, la versión bimetálica ya tradicional. La otra, más chica y de color rojizo. Debido a la constante inflación, en Argentina, las viejas monedas doradas y plateadas tienen un costo de producción de 1,14 más IVA, es decir, 1,38 pesos. En otras palabras, producir la moneda de un peso es más caro que el valor de la moneda.
Por esta razón, se decidió fabricar una moneda más económica. El nuevo peso argentino, que coexistirá con el viejo, y está acuñado en acero electrodepositado con cobre y tienen una tonalidad rojiza. De esta manera, ahora producirlo tiene un valor de 0,51 pesos más IVA, un poco más de 60 centavos.
La nueva moneda, además de la diferencia de color con respecto a la tradicional, modifica su diseño y tamaño. En el anverso presenta, en el campo central, la representación estilizada del jacarandá y en el arco superior aparece el texto “República Argentina". En el reverso de la moneda, sobre la derecha, se observa una síntesis de la flor del jacarandá y en el arco superior, el año de acuñación (2017) y el lema “En Unión y Libertad”.
Por último, el cospel rojizo tiene una gran ventaja para el bolsillo de la gente, su peso. Debido a los materiales utilizados y a su tamaño, la moneda solo pesa 4,3 gramos.