Apuran fondos para llegar a marzo con un dólar calmo

Con aportes de China y el Banco Mundial, e inversiones para YPF, intentarán pasar el verano sin más tensión cambiaria. Qué otras líneas están disponibles. El post default.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain

Una breve lista en un cuaderno a rayas podría alcanzar para sintetizar el plan del Gobierno para obtener algunos dólares y así evitar turbulencias en materia cambiaria, al menos hasta el primer trimestre de 2015. Y la intrincada letra de los apuntes del ministro de Economía, Axel Kicillof, que pudo captar PERFIL, está a tono con la díficil tarea de sumar líneas de financiamiento mientras las puertas del mercado internacional siguen cerradas en tiempos de default.

Como agravante, las estrategias locales para dar oxígeno al mercado cambiario que se aplicaron hasta el momento están mostrando efectos cada vez más limitados. Si bien la suba de tasas de febrero y la obligación de vender dólares a los bancos lograron calmar por algunos meses la presión sobre el dólar, la reciente reducción hasta 20% el tope a las tenencias de moneda extranjera de los bancos, apenas se sintió en el mercado, donde la brecha cambiaria entre el paralelo y el oficial no baja del 70%. Tampoco tuvo un fuerte impacto la reducción del cupo para la compra de dólares –sin autorización oficial– para grandes empresas desde los US$ 300 mil hasta los actuales US$ 150 mil.

Por eso, los intentos oficiales están ahora orientados a crear un puente verde hasta marzo y, en ese marco, la misión principal para Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco Central, es “cuidar las reservas” según señalaron cerca del banquero, que acaba de volver de China, de donde se espera que provenga buena parte del sostén que necesitan las arcas de la autoridad monetaria.

Además del “swap de monedas” con el gigante asiático del que se espera que ingresen unos US$ 700 millones antes de fin de año –y que servirian para cancelar importaciones de ese país–, la lista de posibles caminos para traer divisas se completa con un posible nuevo aporte del Banco Mundial, producto del acuerdo firmado esta semana que habilita hasta US$ 1.200 millones por año hasta 2018. Y en forma indirecta a través de las inversiones que puede generar el acuerdo de YPF y Petronas en Neuquén por US$ 550 millones, y al menos una parte de los US$ 4 mil millones firmados para las represas Kirchner-Cepernic en Santa Cruz. Además, están disponibles líneas para el Central con el Banco de Francia y el Banco de Basilea por US$ 2 mil millones.

Según sostuvo Aldo Pignanelli, ex director del BCRA, en el caso de la línea de Francia es dinero que se pide y que tiene como garantía las propias reservas de la Argentina, en el caso de Basilea, la línea permite girar dólares pero también las reservas son la garantía del acuerdo, “por lo que se trata de alivios contables que intentan brindar tranquilidad por un tiempo”.

Para llegar a diciembre con unos US$ 28 mil millones en manos de la entidad pese a la tendencia a la baja que presentan las cifras oficiales (US$ 28.405 M) , “sería necesario que ingresen al menos unos US$ 5.000”, estimó el ex funcionario al tiempo que señaló que parte de lo correspondiente al pacto de YPF ingresaría en forma indirecta como reservas si se mantienen las restricciones para el pago de importaciones. Los dólares para las represas del sur serían más difíciles de conseguir, “porque el contrato tiene una clásula de cross-default, y hasta el momento no se ve viable”, evaluó Pignanelli. En tanto, Arnaldo Bocco, ex director del BCRA consideró que el plazo que dure la recomposición de las reservas dependerá de los precios internacionales y de cómo evolucionen las importaciones y exportaciones.

Sin embargo, el ingreso de dólares a las reservas sin que se tomen medidas adicionales, “podría agravar los problemas actuales”, dijo Diego Giacomini, economista jefe de E&R que aclaró que “se necesitaría endurecer el cepo si no se resuelven los problemas de fondo como las inconsistencias fiscales, monetarias, cambiarias y de ingresos que existen”.

En su análisis, señaló que la situación macroeconómica hoy es más compleja que la de la de principio de año, “creció el gasto, el déficit, la emisión, la brecha cambiaria y cayó el superávit comercial”, por lo que se necesitarían nuevas y más fuertes medidas en el primer trimestre de 2015 si no hay modificaciones de fondo. De ahí el intento de blindarse del gobierno nacional. Otra diferencia importante que pone límite a los efectos que puedan tener la obtención de estas líneas para la economía, está dado por el cambio de expectativas que se produjo desde enero hasta la acutalidad. Al respecto, Gastón Rossi, director de LCG y ex secretario de Política Económica agregó: “La expectativa tras los acuerdos con Repsol, Ciadi y Club de París, era volver a contar con financiamiento externo, mientras que ahora un default extendido complica la situación en donde tenemos un atraso cambiario y tres cuartas partes de la ventaja que significó la devaluación ya se perdieron”.

Publicado en la edición impresa del Diario Perfil.