En 2022, el aumento para los hombres fue del 86,67%, mientras que a las mujeres les correspondió un 82,51%, según un informe People at Work del ADP Research Institute.
La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo alta en Argentina. En 2022, ellos afirmaron haber tenido un incremento salarial del 86,67%, mientras que ellas aseguraron haber recibido un aumento del 82,51%, según el nuevo informe People at Work del ADP Research Institute.
Para este 2023, los hombres esperan un aumento salarial del 89,68%, mientras que las mujeres prevén sólo un 85,67%.
A raíz de lo anterior, se puede observar que los aumentos salariales de ambos géneros no siguen el mismo ritmo, y en plena crisis del coste de la vida, esto es hoy aún más difícil de sobrellevar; sobre todo para las mujeres. El documento subraya que "es importante que los empleadores dispongan de sistemas sólidos que detectan incoherencias y desigualdades en la retribución del personal, buscando corregir las diferencias salariales. De lo contrario, esa injusticia puede perpetuarse, provocando falta de motivación y socavando la lealtad, en el mejor de los casos, y desencadenando un éxodo del talento femenino que perjudica gravemente la reputación de la marca y el rendimiento del negocio".
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Diferencia salarial a nivel mundial
En el mismo documento se evidencia la brecha salarial entre hombres y mujeres en 17 países del mundo. De este modo se informa que los aumentos alcanzaron una media del 6,7% para los hombres, frente a sólo el 6% para sus colegas femeninas.
Además, en este 2023 el incremento medio esperado por ellos es de 8,5%. Al ser consultadas, las mujeres respondieron que esperan solo un 8%.
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La brecha salarial no es solo una cuestión de género
Los trabajadores más jóvenes y los de más edad también creen que sus empresas no les tendrán en cuenta a la hora de concederles aumentos salariales y primas el año que viene.
Sólo la mitad (50%) de los jóvenes de la Generación Z (18-24 años) espera recibir un aumento de sueldo en su empresa actual en los próximos 12 meses, al igual que los mayores de 55 años (49%), mientras que alrededor de dos tercios de los demás grupos de edad prevén un aumento. Del mismo modo, sólo un tercio (33%) de la Generación Z y menos de tres de cada diez (27%) de los que se acercan a la edad de jubilación creen que les espera una prima, frente a aproximadamente dos de cada cinco de sus compañeros de trabajo.
Ignorar de este modo tanto a los trabajadores experimentados como a los jóvenes talentos podría resultar corto de miras, aunque se argumente que tiene sentido desde el punto de vista financiero. Los empresarios podrían perderse capacidades y potencial vitales si los trabajadores piensan que pueden obtener un salario más alto en otro lugar. Es decir, podría exacerbar la "dimisión gris" y poner a los empleadores en riesgo de no comprometerse con la nueva generación que se incorpora al mercado laboral.
RM
