En un contexto económico incierto, el bienestar emocional de los empleados se vuelve clave para sostener la productividad. Claves para promover entornos laborales saludables y retener talento.
En Argentina, la economía sigue siendo una de las principales preocupaciones: estabilidad, inflación y desocupación lideran las encuestas. Según el INDEC, el empleo asalariado tanto público como privado ha disminuido, mientras que aumentan las formas de trabajo independientes como el monotributo o el trabajo autónomo. Actualmente, la tasa de desocupación es del 6,4%, y la subocupación alcanza el 11,3%.
Estos indicadores reflejan una transformación del mercado laboral argentino, proceso que se aceleró tras la pandemia con la adopción del trabajo remoto y la llegada de nuevas generaciones que priorizan ambientes flexibles para desarrollarse.
Este contexto puede generar incertidumbre, lo que impacta directamente en la salud emocional de los trabajadores: desánimo, estrés, inquietud y dificultades para enfocarse en las tareas diarias. Por eso, hoy más que nunca, las empresas deben asumir un rol activo en el bienestar de sus equipos.
Argentina, el país con mayor malestar físico y mental de Latinoamérica
Invertir en salud mental no solo mejora la calidad de vida de los colaboradores, sino que también fortalece la productividad y la capacidad de adaptación en un mercado cambiante.
Como señala Carolina Masi, Country Manager de SGF Global en Argentina: “Es importante para las compañías desarrollar estrategias que incluyan apoyo, escucha, comunicación abierta y capacitación en habilidades de gestión emocional. Lo más valorado hoy es poder llevar una vida equilibrada entre lo personal y lo profesional.”
Bienestar laboral y salud mental, factores predominantes al momento de buscar empleo
¿Por dónde empezar? 5 acciones para promover el bienestar emocional en tu empresa:
Fomentar la comunicación abierta
Crear espacios de diálogo donde los colaboradores puedan expresar sus inquietudes y sugerencias en un entorno de confianza.
Implementar programas de bienestar integral
Organizar talleres de manejo del estrés, pausas activas y actividades que promuevan el bienestar físico, mental y emocional.
Impulsar el desarrollo personal y profesional
Brindar acceso a capacitaciones que fortalezcan habilidades blandas y técnicas, ayudando a los equipos a adaptarse a los nuevos desafíos.
Establecer políticas de flexibilidad laboral
Considerar modalidades híbridas o flexibles que permitan a cada persona equilibrar su vida personal y laboral.
Monitorear el clima laboral
Aplicar encuestas o herramientas que permitan detectar señales de alerta y ajustar las estrategias a tiempo.
En tiempos donde la incertidumbre marca el pulso del mercado laboral, las organizaciones que priorizan la salud mental no solo cuidan a sus equipos, sino que también se preparan mejor para enfrentar los desafíos del futuro. El bienestar emocional ya no es un beneficio opcional: es una inversión estratégica que puede marcar la diferencia entre una empresa que sobrevive y una que lidera el cambio.



