Cómo opera Cinosi, el nexo de Zannini con el establishment

Con contactos en el país y Estados Unidos, se convirtió en un lobbista clave del candidato a vice del oficialismo. “Zannini es gente de bien”, asegura. Del Sheraton Pilar a la OEA. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Por Jairo Straccia (*)

Cuando el 1º de julio, Gustavo Cinosi habló un largo rato con la vicepresidenta de YPF, Doris Capurro, en el café del hotel Alvear, al término del almuerzo del Consejo Interamericano del Comercio y Producción, un ejecutivo que los vio, se animó a decir en voz baja: “Con Carlos Zannini candidato a vice, ese hombre es el más requerido”. Cinosi se gana poco a poco entre los hombres de negocios el mote de “el hombre del Chino”, y sus acciones crecen a medida que suben las chances de un triunfo de Daniel Scioli en octubre.

“Lo conozco a él y a su familia, y es gente de bien; puedo dar fe de su conducta intachable y su apego a valores”, se limitó a responder a PERFIL por correo electrónico consultado sobre Zannini.

Tener buenos vínculos con gente de poder acá y en el exterior es el mayor capital de este hombre que cumple 50 años en septiembre y por estos días descansa en Europa con su familia. Pasó mucha agua bajo el puente: en los noventa tenía un taller que hacía stands para exposiciones de supermercadistas. Se las arreglaba para viajar a ferias internacionales, supo tenderle la mano a Luis Pagani, de Arcor, acercarse a Alfredo Coto y luego ligarse a Juan Mirenna para desembarcar en el Sheraton Pilar, donde tiene sólo el 5% de las acciones. Aunque no realiza tareas ejecutivas, ésa es su base de operaciones: allí recibe a figuras del mundo de los negocios, la Justicia, la diplomacia y hasta el propio Zannini, claro.

Aunque participa de un hotel Sheraton en Tucumán y tiene un yate con bandera panameña en Uruguay, Cinosi no es un hombre del turismo. A partir de una muy buena llegada con embajadores, como Vilma Martínez y el consejero político Jeff Brown, entre otros, fue tejiendo vínculos con el Departamento del Estado. Este año fue nombrado Senior Advisor del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Hace dos semanas, estuvo en Washington en la Asamblea General de esa entidad. Los que no lo quieren deslizan que hasta puede ser agente de la CIA. Los que sí, en cambio remarcan que puede “mover cielo y tierra” para cumplir con el pedido de un amigo.

A Zannini, pero también al ministro de Planificación, Julio De Vido, los comenzó a frecuentar en los comienzos del kirchnerismo, cuando fue parte de la sociedad Grupo Calafate, que había comprado unas cuatro hectáreas para hacer un Sheraton en tierra santacruceña, que no prosperó. Luego fue parte de una sociedad que organizó nada menos que la logística de la Cumbre de las Américas en 2005, con la presenci del presidente estadounidense George Bush. Dejaba atónitos a sus pares por sus contactos con funcionarios estadounidenses y argentinos. “Y todo vía el Chino”, sueltan. Sus lazos con De Vido darían que hablar también en 2008, vinculado a operaciones en Venezuela, y hasta apareció en crónicas de la causa de lavado de dinero en la que investigan a Lázaro Báez, por compartir sociedades con un abogado involucrado, Jorge Oscar Chueco.

Deuda e YPF. Pero todo eso ya es historia. Cinosi terminó de consolidar su rol de operador directo de Zannini cuando el año pasado fue uno de los que organizó el frustrado intento de un arreglo privado con los fondos buitre que litigan en Estados Unidos. “Junto a un grupo de empresarios intentamos hacer un arreglo, porque era una solución conveniente para nuestro país, pero nadie del Gobierno me pidió que lo hiciera”, señala hoy, un año después.

Sus habituales meetings con Capurro, y hasta la versión de algún encuentro suyo con el propio CEO de YPF, Miguel Galuccio, alentaron versiones de que sería un puente entre Zannini y el “mago” para asegurar su continuidad en un eventual gobierno sciolista. Cinosi: “No sé por qué me consultás por la continuidad de Galuccio; sé que será muy difícil, si quisieran remplazarlo, conseguir un profesional con el compromiso y la trayectoria que él tiene; es una consulta que me hacen recurrentemente en el exterior e inmediatamente me expresan que Galuccio es reconocido como un excelente CEO, que genera la confianza internacional que estos proyectos necesitan”.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.

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